Ya advertimos en Hispanidad, que el Gobierno Sánchez pretende eliminar al trabajador autónomo, el más productivo de España, a costa de freirles a impuestos. El 1 de enero comenzó la agonía del autónomo. En el papel de sepulturero, José Luis Escrivá. Entró en vigor el nuevo sistema de cotización a la seguridad social de los autónomos, basado en los rendimientos que genere el auónomo, un modelo progresivo que se irá implantando entre 2023 y 2025. Y ojo, porque ese rendimiento se calcula con una resta muy sencilla, ingresos menos gastos, pero dentro de los gastos no se computa la cuota de autónomos. Se ve que para Escrivá no cuenta...

Hablamos del acuerdo al que llegaron la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que lidera Lorenzo Amor, y el Gobierno, personificado en José Luis Escrivá, el antiguo liberal convertido ahora en socialista de pro. El acuerdo se resumen en que los autónomos pagarán más cuotas sociales.

Ayer martes se conocieron los datos de empleo, y ahora Lorenzo llora por las consecuencias de un acuerdo que él mismo se congratuló de firmar. 

“Termina un mal año para la afiliación de autónomos”, resume el presidente de ATA, el pasado año cerró con 1.204 autónomos menos que el 31 de diciembre de 2021, según los datos publicados hoy por la Seguridad Social. El peor dato registrado desde 2012 y el primero que se pierden autónomos en la última década en términos netos. 

"En 2022 solo crecieron 5 autónomos", añade Lorenzo, y es que en términos medios, los datos de afiliación solo se han incrementado en cinco autónomos. A vista del presidente de ATA esta pérdida de autónomos es un indicador adelantado de la evolución del empleo: “La pérdida de autónomos en 2022 es un ‘indicador adelantado’ de la evolución del empleo en los próximos meses. Si bien en 2013 el crecimiento de autónomos vino a adelantar el crecimiento del empleo, esta pérdida de autónomo en 2022 nos augura una fuerte desaceleración en el crecimiento del mismo”.

Hace unos días, y en esta misma línea, era la propia ATA la que publicaba el  XVI Barómetro y las conclusiones son catastróficas. Los autónomos auguraban un futuro negro: el 66,6% consideraba que su negocio no evolucionaría a mejor el próximo año, solo el 3,5% preveía contratar nuevos trabajadores y el 12,9% ya alertaba de que tendrá que disminuir su plantilla.

A buenas horas, Lorenzo. El presidente de los autónomos se preocupa y llorar las consecuencias de una reforma que él mismo firmó. El autónomo, el hombre libre, está muerto en España: la omnipresencia de las cuotas, la principal traba para la creación de empleo en España, Escrivá y Amor han sido los encargados de cargárselo. Ahora Lorenzo ve los frutos y llora, pero la cosa va a ir a peor. 

El Gobierno se ha cargado la única ventaja de ser autónomo: la cotización reducida. El número de trabajadores autónomos, el elemento más productivo de todo el tejido productivo, caerá en picado. De hecho, la caída ya ha comenzado.