El juez Manuel García-Castellón, el fiscal Alejandro Cabaleiro y el presidente del BBVA, Carlos Torres
El fiscal Alejandro Cabaleiro está convencido de que la persona jurídica BBVA debe seguir como imputada cuando comience el juicio oral, tras la finalización de la instrucción. Cabaleiro así lo cree, a la luz de la información adicional destapada gracias a la ampliación del Forensic de la que hablamos en Hispanidad la pasada semana y que propició el cabreo del expresidente del banco, Francisco González (FG) con su sucesor y ‘pupilo’, Carlos Torres.
Cabaleiro está convencido y también muy molesto con el banco porque considera que, lejos de colaborar con la justicia, se ha dedicado a poner palos en la rueda durante la instrucción, no entregando en su momento toda la información solicitada. Tras la ampliación del Forensic, el fiscal encontró nuevos argumentos para convencer al juez Manuel García-Castellón para ampliar la instrucción más allá del mes de julio -fecha establecida inicialmente-, hasta finales de este año o principios de 2024.
Que la persona jurídica BBVA pase a juicio oral como imputado tiene mucha importancia y Torres lo sabe. Por eso, asesorado por los abogados de Garrigues, ha recurrido -una vez más- la última prórroga decretada por el juez, según Cinco Días. Por cierto, García-Castellón también quiere cerrar la instrucción cuanto antes, pero no lo ha hecho porque los argumentos del fiscal son sólidos y no quedaría bien que no los tuviera en cuenta.
El siguiente paso, como hemos señalado antes, es mantener imputado al banco, algo que podría costarle el puesto a Torres. Esa es la clave: el presidente de la entidad, que ha logrado mantenerse al margen durante la instrucción -ni ha sido imputado ni se espera que lo sea-, es el máximo responsable de la entidad que podría resultar culpable. En cualquier caso, está la pena de telediario, tan temida por Torres como por los miembros del Consejo de Administración, a los que el juez también podría hacer desfilar por la Audiencia Nacional.