Carlos Torres y Onur Genç están dispuestos a llegar hasta el final, incluso si después de todo el proceso el BBVA no supera el 50% del capital del Sabadell, algo que podría suceder si fracasa la hipotética segunda OPA. Porque si el precio es el mismo, como ha insistido Torres, ¿por qué acudir?

En otras palabras, ni Torres ni Genç tienen ya nada que perder, salvo el puesto, y dejarlo no entra en sus planes. Por eso están dispuestos a morir matando, es decir, a seguir adelante incluso si no pueden controlar el Sabadell y lo único que pueden hacer es incordiar con una participación inferior al 50%. Supondría un desgaste enorme para el BBVA, pero eso no parece importarles al presidente y al CEO del banco, mientras así mantengan sus cargos. En definitiva, el BBVA saldrá trasquilado si fracasa la OPA, pero también si tiene éxito, porque la digestión será muy costosa.

Por cierto, Torres sigue pensando que las medidas impuestas por Moncloa decaerán antes de tiempo, porque el Gobierno no va a durar tanto como pretende Sánchez.

Lo cierto es que mañana viernes finaliza el periodo de aceptación y la guerra de porcentajes es total. Mientras el BBVA difunde que ya ha superado el 20% y que los ‘síes’ se están acelerando, según Expansión, César González-Bueno aseguró en varias entrevistas que apenas acudirá un 15% de los accionistas institucionales y el 1% de los minoritarios que tienen sus acciones depositadas en el banco (el 80% del total de minoritarios).

En este contexto, como se pueden imaginar, cualquier manifestación de interés, o de no interés, suscita la máxima expectación aunque no se refieran a un número significativo de acciones. Hablamos de las gestoras españolas de fondos, que han manifestado que no acudirán al canje porque infravalora al Sabadell, según El Economista. En el lado opuesto, los fondos cazaopas (5-10% del Sabadell), que se inclinan por acudir, según Expansión.

El primero que manifestó su intención de acudir a la OPA, tras la mejora de la oferta, fue el mexicano David Martínez (3,9% del Sabadell), a pesar de que con ello renuncia al mega dividendo por la venta de TSB o, lo que es lo mismo, dejar de percibir algo más de 40 millones de euros. Martínez confía en la revalorización del BBVA tras la OPA. Sea como fuere, conviene recordar que tiene negocios en México, donde el BBVA es uno de los principales bancos y cuya filial aporta más de la mitad del beneficio del grupo.

Entre los que han dicho que no acudirán, sin duda el más relevante es Zurich (4,9%). La aseguradora entró en el capital en plena OPA y no dudó en reforzar su posición a pesar de estar en máximos la cotización del Sabadell. Y es que Zurich tiene un acuerdo de bancaseguros con la entidad vallesana, acuerdo que saltaría por los aires en caso de triunfar el BBVA.