Ya lo decía Miguel Ángel Rodríguez, cuando era portavoz del Gobierno Aznar, a su gente: "y cuando no sepáis qué contestar... diálogo, mucho diálogo".

Pues la actual portavoz del Gobierno Sánchez, Isabel Rodríguez, se ha aprendido la lección de MAR. Y así, cuando el martes 19 un periodista le preguntó cómo iba a ser el anunciado impuesto especial a bancos y energéticas, ese conejo de la chistera, esa nueva demagogia, que se inventó Pedro Sánchez en el Debate sobre el Estado de la Nación para 'recuperar la iniciativa política, sin haberlo consultado ni a la ministra de Hacienda, Marisu Montero... pues Rodríguez asegura que se va a dialogar con las partes afectadas, con empresas, eléctricas y petroleras. Curioso.

Sánchez dijo cuánto iban a recaudar antes de saber qué impuesto iban a promulgar y antes de "dialogar" con quienes tenían que pagarlo... y con la oposición. Curioso

Encima, Rodríguez, ya en demagogia gruesa, asegura: "El PP entregó el dinero de todos a la banca... nosotros le pedimos a la banca que colabore". Y se quedó tan fresca.

Es más: el Gobierno mantendrá reuniones -a partir de pasado mañana, viernes 22- con las empresas afectadas... ¡pero ya sabe cuánto van a recaudar! Diálogo, mucho diálogo.

Sí ya lo sabe, o al menos lo cifró Sánchez el mismo día en que el propio Sánchez lo anunció, en la tribuna del Congreso de los Diputados.

Es decir, que Sánchez dijo cuánto iban a recaudar antes de saber qué impuesto iban a promulgar, sobre qué base imponible, con qué formato... y antes de "dialogar" con quienes tenían que pagarlo... y con la oposición. Curioso.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se sube a la parra: "El PP entregó el dinero de todos a la banca... nosotros le pedimos a la banca que colabore". La demagogia continúa

A ver: lo que realmente está ocurriendo es que Bancos y eléctricas han roto con "chapuzas" Sánchez. Ojo, y ya no temen hablar de "inseguridad jurídica" en España. Y eso es muy grave, porque cuando son los propios banqueros y los propios energéticos, por ejemplo el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien habla de inseguridad jurídica en España, los inversores extranjeros les creen. Este es el problema.

Ahora mismo, la presidente del Santander, Ana Botín y el presidente de Iberdrola, el precitado Galán encabezan la rebelión contra la demagogia impresentable del Sanchismo. Han perdido el miedo a hablar claro y a decir que un político serio no lanza proclamas contra los pérfidos banqueros hijos del dólar y habla de un tributo que, en el mejor de los casos, no se va a poder aplicar pero que, eso sí, con su anuncio consigue que la parroquia 'rogelia' aplauda con gusto.

Pero insisto: los empresarios, aunque anden cargados de razón, deben tener cuidado, porque si sus críticas a la demagogia monclovita acaban en dudas sobre la seguridad jurídica en España... entonces entraremos en un terreno extraordinariamente resbaladizo.

En ese caso, no estarían dañando al Gobierno Sánchez, sino a España, un país que no tiene culpa de tener a Sánchez en Moncloa. Bueno, no todos.

Lo que está claro es que Ana Botín, antaño el banquero más próximo a Pedro Sánchez, por la querencia de ambos a la ideología de género y Sánchez Galán, el eléctrico verde y feminista -bueno, a lo mejor no tan feminista-, el primer hombre, además, que hizo caso a la actual vicepresidenta, la talibán verde Teresa Ribera, cuando nadie prestaba oídos a su religión climática... se han cansado de tanta mentira y están dispuestos a hacer frente a don Pedro, sobre el que cada día tienen en peor concepto. Por de pronto, capitanean la rebelión del Ibex contra la demagogia de Moncloa.

Dicho queda.