Alstom ha descarrilado en su primer semestre fiscal (abril a septiembre). Y es que ha reducido en un año su resultado neto en 196 millones de euros, pasando de ganar 170 millones a tener unas pérdidas de 26 millones. Todo ello, pese a haber duplicado ingresos y triplicado pedidos tras la compra del negocio de trenes de Bombardier (Bombardier Transportation). Y claro, la reacción en bolsa no se ha hecho esperar: la cotización baja más de un 3%.

El fabricante ferroviario francés ha registrado un fuerte aumento del coste de los productos y servicios vendidos (del 126%, hasta 6.694 millones), así como de diversos gastos: los de venta han subido un 60%, a 162 millones; y los administrativos, un 82,8%, a 309 millones; entre otros. Y todo esto le ha pasado factura en su resultado.

Alstom ganó la mitad en su último año fiscal (abril de 2020 a marzo de 2021), pero afortunadamente, rectificó y renovará con CAF los cercanías de París por 2.560 millones, de los que al fabricante español le tocan un 40% (1.024 millones)

Alstom ha tenido una facturación de 7.443 millones, más del doble que la de hace un año (3.518 millones). Por negocios, destaca la división de material rodante, que ha ingresado 4.285 millones (+150%); servicios, con 1.559 millones (+135%); y señalización ferroviaria, con 1.077 millones (+55,9%). Por su parte, los pedidos casi se han triplicado, ascendiendo a 9.726 millones, tras la suma del negocio de trenes de la canadiense Bombardier, elevando la cartera de pedidos a 76.362 millones (+91%).

Recuerden que Alstom ganó la mitad en su último año fiscal (abril de 2020 a marzo de 2021) y que al final, afortunadamente, rectificó y renovará con CAF los cercanías de París por 2.560 millones, de los que al fabricante español le tocan un 40% (1.024 millones). Además, conviene tener en cuenta que Alstom emplea a 2.000 personas en España, concretamente en 18 plantas y cuatro centros de innovación (entre ellos, la de Santa Perpetua de Mogoda, en Barcelona, o la de Getafe, en Madrid), a los que ahora se han sumando los de Bombardier Transportation. Además, ha fabricado el Ouigo, el AVE low cost con el que SNCF compite con Renfe tras la liberalización de la alta velocidad española.