Alstom ha rectificado y al final ejecutará con Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) el contrato de renovación de los cercanías de París por 2.560 millones de euros, de los que al español le tocan un 40% (1.024 millones). La reacción bursátil ha sido desigual: la cotización del grupo francés ha bajado un 1,06% y la de CAF ha subido un 1,05%.

Recuerden que este contrato lo ganaron el canadiense Bombardier y el español, pero habían surgido problemas después de que Alstom comprara al primero. En concreto, se retiró del proyecto, algo que no gustó ni al gestor del transporte de París (RATP) ni al operador público ferroviario francés (SNCF), que le recordaron que se había hecho cargo de los contratos y compromisos del fabricante canadiense al comprar su negocio ferroviario por 5.500 millones, y también le advirtieron que recurrirían a la Justicia si se apartaba finalmente. Tras dos meses de conversaciones, conociendo los términos del contrato para “disipar sus inquietudes”, ha confirmado su participación. La pasta es la pasta… y más en su país.

Asimismo, conviene recordar que la decisión de Alstom llega un mes después de que Renfe le adjudicara junto a la suiza Stadler la compra de 211 trenes de gran capacidad para Cercanías por 2.445 millones. Se trata del lote más grande de renovación de trenes de los planteados. Y tras la rectificación de Alstom en lo relativo al contrato de los cercanías de París, conviene recordar lo que decía el poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller, que defendía que las casualidades no existen.

Sin duda, otra alegría para CAF, que logró acabar 2020 en beneficios y con mayores ingresos