Alstom está sufriendo como pocos, con menos beneficio neto (-25%), ingresos (-15%) y nuevos pedidos (-43%) por la crisis del coronavirus en su primer semestre fiscal (abril-septiembre). “La actividad comercial fue impactada por el cambio anticipado en la actividad de contratación en el contexto de la crisis sanitaria”, ha señalado el presidente y CEO, Henri Poupart-Lafarge.

El grupo francés ferroviario entró en el selectivo galo (el CAC40) el pasado septiembre y este miércoles baja en bolsa más de un 4% tras haber dado a conocer sus últimos resultados. Y es que ha ganado 170 millones de euros (-25%), ha tenido un Ebitda de 607 millones (-18,4%) y un Ebit de 190 millones (-32,4%), con un margen Ebit ajustado del 7,5%.

Por su parte, la facturación se ha situado en 3.518 millones (-15%) con descensos en todos sus negocios: los ingresos de sistemas se han desplomado un 43,6%, a 452 millones; mientras los de la división de trenes han sido de 1.713 millones (-9,8%); servicios ha facturado 662 millones (-7,8%) y señalización, 691 millones (-4,4%). A pesar de tantos descensos, Alstom mantiene sus previsiones de ingresar entre 7.600 y 7.900 millones en su presente ejercicio (abril 2020-marzo 2021), algo inferiores a las del anterior (8.201 millones), y de lograr un margen Ebit ajustado de entre el 7,7% y el 8%.

La cartera de pedidos pendientes cerró septiembre en 40.001 millones, a la que se suma la adjudicación de nuevos tranvías para Casablanca y un contrato para una nueva línea de metro de Toulouse 

Los nuevos pedidos del grupo francés ferroviario se han desplomado un 43%, hasta 2.652 millones, aunque cuenta con una cartera de pedidos pendientes de 40.001 millones (-3,2%). Eso sí, a esta cifra se deben sumar los de algunas adjudicaciones que ha logrado este mes: 66 nuevos tranvías Citadis para Casablanca (Marruecos) por 130 millones y un contrato de 714 millones para una nueva línea de metro de Toulouse (Francia), en los que ha ganado el pulso a la española CAF, que también había presentado ofertas. Eso sí, con el pedido de Casablanca elevará la carga de trabajo en España, donde emplea a 2.000 personas en 18 centros y cuatro centros de innovación: los tranvías se fabricarán en la planta de Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), donde también se hacen trenes para Luxemburgo, y los bogíes (dos pares de ruedas montadas sobre ejes) en la de Getafe (Madrid).

Paralelamente, Alstom espera poder cerrar la compra del negocio de trenes de Bombardier en el primer trimestre de 2021. Ya tiene el visto bueno de la Comisión Europea, pero aún debe cumplir algunos requisitos de competencia, como vender su planta de Alsacia (Francia): CAF está interesada, pero también la checa Skoda Transportation.