Abertis perderá su joya de la corona en España muy pronto. Y es que Acesa vence el próximo 31 de agosto: se trata de la concesionaria de la más grande y la más rentable, que abarca las autopistas de peaje AP-2 y AP-7, que conectan Zaragoza y El Vendrell (Tarragona), y Tarragona y La Junquera, respectivamente.

Ambas autopistas de peaje serán liberalizadas y quedarán al control del Estado. No hay que olvidar que el Gobierno anunció a bombo y platillo que suprimiría los peajes, pero ojo, porque Bruselas le ha exigido que los amplíe, incluso, a las autovías. Y es que en Europa no están dispuestos a sumir el déficit de 8.000 millones de euros que acumula la conservación de las carreteras españolas.

Hace unos meses, el Gobierno aprobó la licitación de seis contratos para la conservación y explotación de las AP-2 y AP-7 por 627,8 millones de euros. Abertis baraja entrar en este nuevo negocio lanzado por Ábalos para seguir teniendo presencia en España

Hace unos meses, el Gobierno ya aprobó la licitación de seis contratos para la conservación y explotación de las AP-2 y AP-7 por un valor de 627,8 millones de euros. Abertis está barajando entrar en este nuevo negocio lanzado por el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, para seguir teniendo presencia en España, pero si no lo consigue, podría jibarizarse y dejar de tener la sede social en España (o sea, dejaría de pagar el Impuesto de Sociedades aquí).

Y es que con el vencimiento de Acesa, la empresa de gestión de autopistas, que es propiedad de Atlantia (50% más una acción, y la consolida en su balance) y ACS (50% menos una acción, pero sin poder consolidarla en su balance), se queda en casi nada. Asimismo, hay que tener en cuenta en Francia ya gestiona más kilómetros de autopistas que en España: 1.769 frente a 1.105. Abertis tiene sus ojos puestos en el crecimiento al otro lado del océano Atlántico: por ejemplo, en Brasil ya gestiona 3.200 kilómetros y en México, 876 kilómetros. Y no hay que olvidar que en el primer trimestre, elevó sus ingresos (+2%) por la menor caída del tráfico (-3,5%). 

A Fernández Verdes ya sólo le queda Hochtief y Abertis, tras ser humillado en ACS. Florentino Pérez no ha logrado que Atlantia aceptara su oferta por Aspi y ha llamado a Isidro Fainé para invitar a Criteria a volver al accionariado de una Abertis devaluada 

Paralelamente, el CEO, Francisco José Aljaro, está centrado en las compras en EEUU (donde entró hace unos meses) y en México, pero también algo cansado del presidente, Marcelino Fernández Verdes. En especial desde que este ha sido humillado por Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!): ha sido cesado como consejero delegado de ACS, aunque se refirió su voluntad de renuncia; y sólo le han dejado permanecer en la constructora alemana Hochtief y en la compañía italo-española Abertis, pero no en el consolidado.

Y tampoco hay que perder de vista que Florentino Pérez no ha logrado que Atlantia aceptará su oferta por Autostrade per l’Italia (Aspi), con la que buscaba crear un gigante europeo de las autopistas: los Benetton (a través de su holding familiar -Edizione- controlan el 30%) y la mayoría del resto de accionistas han elegido la oferta lanzada por la sociedad pública italiana Caja de Depósticos y Préstamos (CDP) junto a los fondos Blackstone y Macquarie por su 88% de Aspi. Y tras esto, se sitúa la llamada de Florentino Pérez a Isidro Fainé, presidente de CriteriaCaixa, para invitarle a volver al accionariado de una Abertis devaluada.