2023 podría ser un año aún mejor para los dueños de Medgaz, la sociedad que opera el gasoducto entre Argelia y España: la empresa estatal argelina de hidrocarburos Sonatrach, la energética española Naturgy y el fondo de inversión estadounidense BlackRock. Todo ello tras el beneficio récord logrado en 2022 sin que Argelia fuera el primer proveedor de gas de nuestro país, una posición que le arrebató EEUU con su caro gas natural licuado (GNL), según los datos del boletín estadístico de diciembre de 2022 de Enagás.

En 2022, Medgaz ha logrado un beneficio récord de 135,937 millones de euros, lo que supuso un 28,3% más que el año anterior y una muestra más de la tendencia ascendente en las ganancias que registra desde 2014, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha accedido Europa Press a través de Infoempresa. Dicho beneficio se destina en su totalidad a la retribución de sus accionistas. Por su parte, el resultado de explotación ha ascendido a 211,997 millones y los ingresos han crecido un 19%, a 295,761 millones.

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A pesar del cabreo con el Gobierno Sánchez por el cambio de postura sobre el Sáhara Occidental, poniéndose de forma cobarde del lado de Marruecos, el gasoducto Medgaz ha funcionado 363 días del año, por encima de los 350 establecidos en los contratos de transporte. Además, ha aumentado su capacidad a 10 bcm (10.000 millones de metros cúbicos) anuales, dos más que antes, gracias a la puesta en marcha de un cuarto turbocompresor en la estación de Beni Saf. 

Medgaz opera el gasoducto entre España y Argelia desde 2011. Sonatrach era dueño del 42,96%; el fondo soberano de Abu Dabi -Mubadala-, del 42%; y Naturgy del 14,95%. Esta última energética, que tiene como presidente y CEO a Francisco Reynés manifestó en 2019 el deseo de elevar su participación… y parece que fue concedido porque en 2020, Mubadala (que también es el principal accionista de Cepsa al controlar el 61,5% del capital) decidió vender su 42%: un 34% pasó a manos de Naturgy y de BlackRock, el fondo colonizador del Ibex; y el 8% pasó a ser de Sonatrach. Así, la empresa estatal argelina de hidrocarburos se hizo con el 51% del gasoducto, mientras la energética dirigida por Reynés y el fondo que lidera Larry Fink se convirtieron en dueños del 49% restante a través de la sociedad conjunta Medina Partnership.

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En estos buenos resultados de 2022, cabe referir que del total de ingresos, el 97% procede de la capacidad prevista con grandes clientes (es decir, los contratos con una duración de 20 años, prorrogables en 15 años adicionales; y entre los que se encuentra el que tiene Naturgy -cuyos precios se revisaron al alza el año pasado y este año también se están negociando-). Un beneficio récord, a pesar de que Argelia no fue el primer proveedor de gas de España, y por ello, podría ser que 2023 fuera aún más positivo, porque entre enero y julio, el país africano sí ha sido el primer suministrador de gas de nuestro país, como refleja el boletín estadístico de julio de Enagás. En concreto, ha aportado el 25% del total (50.817 gigavatios hora -GWh- de gas natural a través del citado gasoducto y 8.332 GWh de gas natural licuado), por delante de Rusia (21,1%), EEUU (19,1%) y Nigeria (13,9%), entre otros.