Lo que ha ocurrido este lunes 29 ha resultado jurídicamente muy sencillo: el fiscal -anticorrupción, ojo-: el juez Manuel García-Castellón ha decidido aceptar la petición de la Fiscalía que, además de imputar a dichos directivos, que ha solicitado, y ahora obtenido, la imputación de BBVA en cuanto persona jurídica poco hecho derogación de secretos y corrupción, al tiempo que rechaza la petición del BBVA de presentarse en la causa como perjudicado.

¡Ah! a Antonio Béjar le han retirado la fianza. Justo el día en que el ayuntamiento de la capital aprobaba el proyecto Madrid Norte, antigua Operación Chamartín, (solo han tardado 25 años) y cuyo principal beneficiario es... el BBVA. Además, los ocho directivos imputados siguen estándolo y habrá que prestar especial atención al responsable de seguridad Julio Corrochano. Y naturalmente, si ha sido imputado el exconsejero delegado, Ángel Cano, todo el mundo espera que la escala siga subiendo y alcance a Carlos Torres Vila, exceo y hoy presidente del banco. Y, ya puestos, el premio gordo del universo 'imputacional': Francisco González, conocido como FG. Y esto porque el escenario de presunto delito se amplía a todo el periodo en el que fue contratado el señor José Manuel Villarejo, que alcanza hasta 2017... cuando ya Torres Vila era el nuevo CEO de BBVA.

En general: ¿le importa a alguien la ética en los negocios? 

Se suponía que este nuevo golpe a la reputación de la entidad, y por extensión ha todo el sector bancario, iba a repercutir en la cotización del BBVA. Pues no. Lo cierto es que la acción del BBVA no ha sufrido en bolsa. Es más ha bajado menos que, por ejemplo, Bankinter.

A bote pronto, tal parece que la reputación y lo que es más importante, la ética, a los mercados financieros les importa un pimiento. Lo que les importa es la perspectiva de ganancia de su inversión, en este caso, del BVVA. Y mientras la cuenta de resultados funcione, a la moral que la zurzan.

La pregunta sigue siendo la misma; ¿quién ha lanzado a la Fiscalía Anticorrupción para despertar un caso dormido?

Y la pregunta sigue siendo la misma: ¿quién ha lanzado a la Fiscalía Anticorrupción para despertar un caso dormido? Porque aquí hay algo que se nos olvida: la información que el señor FG presuntamente posee tras sus presuntos contratos con el presunto Villarejo.