En medio de la creciente presión internacional sobre la dictadura chavista y la crisis petrolera, Nicolás Maduro designó a Tarek El Aissami como el nuevo Ministro de Petróleo de Venezuela, según informa la Gaceta Oficial publicada este lunes, recoge Infobae. El Aissami es uno de los funcionarios chavistas acusados por Estados Unidos de narcotráfico.

Asimismo, Asdrúbal Chávez, primo del fallecido presidente Hugo Chávez, fue nombrado para presidir la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), en reemplazo de Manuel Quevedo.

En febrero de 2017, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos designó a El Aissami “como narcotraficante especialmente designado por desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de drogas”.

El pasado 31 de julio de 2019, el Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE) de los Estados Unidos lo incluyó en su lista de “más buscados” y difundió por las redes sociales su foto.

En el comunicado, el gobierno norteamericano recordó que el funcionario chavista fue nombrado Vicepresidente Ejecutivo de Venezuela en enero de 2017, que anteriormente fue Gobernador del Estado Aragua de Venezuela de 2012 a 2017, así como Ministro del Interior y de Justicia de Venezuela a partir de 2008.

En las últimas semanas creció la presión internacional sobre la dictadura luego de que Estados Unidos acusara a Maduro y a la cúpula del régimen de narcotráfico

“Facilitó los envíos de narcóticos desde Venezuela, para incluir el control de los aviones que salían de una base aérea venezolana y las rutas de la droga a través de los puertos de Venezuela”, señaló el ICE.

Estos cambios en el régimen venezolano tienen lugar en momentos de extrema presión para el dictador Maduro. En primer lugar, en las últimas semanas creció la presión internacional sobre la dictadura luego de que Estados Unidos acusara a Maduro y a la cúpula del régimen de narcotráfico, y ofreciera una millonaria recompensa por información que conduzca a la detención de que cada uno de ellos.

Por su parte, mientras el país atraviesa la peor crisis humanitaria de su historia y hace frente al coronavirus con un alarmante desabastecimiento de comida y medicinas, el precio del petróleo cayó a niveles históricos.

Pese a esto, Maduro sigue negando que haya una crisis en el país, hace alarde de las medidas de su Gobierno para frenar el COVID-19, y la semana pasada sostuvo que el país está preparado para resistir la caída mundial de los precios del petróleo.

“El petróleo venezolano llegó a 10 dólares, pero estamos preparados, nos hemos entrenado, y a Venezuela no la detiene ni el petróleo a 10, ni a menos 10”, dijo el dictador.