La crítica recurrente a la gestión del presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete ha sido la cotización de la compañía. Da igual que haya demostrado capacidad de generación de fondos y de dividendo a pesar de la reducción de márgenes y de la constante pérdida de valor del sector teleco. A Pallete siempre se le ha juzgado por el “desastre bursátil” de las matildes. Vamos que aunque todos te admitan tus méritos en el ebitda, el epígrafe más relevante de la cuenta de resultados, si no te lo reconoce ‘doña Bolsa’… no sirve de nada.

Pues bien, el coronavirus ha venido a cambiar las cosas. De entrada, porque en situaciones de teletrabajo y de sobrecarga en la red, lo que sirve es tener una red en condiciones. La red española de fibra óptica -y Telefónica es ‘el principal ‘culpable’ de ello- es la mejor de Europa.

Con el Covid19, las redes alemana o británica han tocado techo mientras que España, que supera la suma de hogares con fibra de Alemania, Italia, Reino Unido y Francia juntos, aguanta el tirón.

Por ello, Telefónica ha pasado de ser el tonto de la clase al listo de la pandilla, el más envidiado. Por sus colegas telecos y por todo el parqué madrileño. Así, durante la última semana fue el valor del Ibex 35 que manos cayó y desde que comenzara el derrumbe bursátil (marzo) la teleco española figura en los puestos de cabeza de la bolsa española por evolución.

El sector teleco ha bajado menos que alimentación, llamado a encabezar el ranking en estos momentos.

Si nos centramos en Telefónica, destaca, asimismo, sobre el resto del gremio teleco. Si cogemos la última semana (del 11 al 17 de marzo, nos encontramos con que Telefónica ha bajado en bolsa un 1,8%, lo que le sitúa como el mejor valor frente a sus competidores directos europeos. Así, Orange cayó un 2,4%, Vodafone el 8,3%, Deutsche Telekom, un 11,5%, Telecom Italia el 14,4% y Altice (Holanda) un 23,3%.

Lo dicho, valor refugio para el inversor, que sabe que, al menos podrá jugar a un dividendo adecuado. Porque lo de la plusvalía, bueno se queda para más adelante, para cuando pase el coronavirus.