• La francesa es la única que ha presentado alegaciones pero Renfe no las ha tenido en cuenta.
  • La oferta de Talgo ha sido por 1.491 millones frente al máximo de la licitación (2.640 millones).
  • El primer tramo del pedido, 15 trenes, se ampliará a 30, y el periodo de mantenimiento de 30 a 40 años.
  • Ya no nota en bolsa: sube más de un 3% tras el rally que acumula por el AVE a La Meca.
Talgo se ha impuesto finalmente al resto de candidatos en el macropedido del AVE. Lo ha decidido este lunes el Consejo de Administración de Renfe y lo ha confirmado, poco después, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (en la imagen). No es moco de pavo, como quien dice, lo que se juega en cifras. Si se cumple todo el pedido, Renfe se ahorra un 43% respecto al importe máximo de la licitación (2.640 millones). No es poco. Talgo ya lo ha notado en su cotización, con avances superiores al 3%, que se suma a un avance de más del 25% en noviembre por su participación en el AVE a La Meca, desatascada este mismo mes. Y se marca un tanto, también, por las futuras sinergias. La razones de Talgo son el revés para sus rivales. Ha sido la francesa Alstom la más protestona; pero Renfe no ha tenido en cuenta sus alegaciones. Las otras aspirantes eran la española CAF y la germana Siemens. El primer tramo del pedido consiste en la fabricación de 15 trenes de alta velocidad del modelo Avril y su mantenimiento durante 30 años. La oferta ha sido de 786,4 millones (a razón de 22,5 millones por tren), un 28% menos que el precio de licitación. Pero si se amplía, como está previsto, a 30 trenes y 40 años de mantenimiento, la rebaja asciende al 43% (en total 1.491 millones). El periodo de entrega es de cinco años, pero los 10 primeros estarán listos en 38 meses, y supondrá la creación de 1.000 puestos de trabajos (entre directos e indirectos). Íñigo de la Serna le ha quitado hierro a las alegaciones de Alstom. "Es normal que surjan estas discrepancias en un contrato de este tipo", ha dicho. La francesa competía con su tren Euroduplex, pero quedó en segunda lugar (en la parte técnica y por precio). Alstom ponía dos pegas a Talgo: que su modelo Avril cumpla los criterios de confort (ya que añade un asiento por fila y por eso ofrece más plazas, 521) y que ofrezca un precio un 30% más bajo del que cobra en la actualidad. Talgo, sin embargo, ha negado rebajas de última hora y al mismo tiempo, ha defendido su modelo, en cuyo desarrollo ha invertido 50 millones: por la velocidad (330 por hora en la líneas de Renfe), la posibilidad de circular por el ancho de vía europeo y español o su construcción con materiales más ligeros (menor consumo energético). Rafael Esparza