Aramco se ha estrenado este miércoles en bolsa con una subida del 10%, el máximo permitido en Riad, que es donde cotiza. El 1,5% de la petrolera ha pasado a valer unos 28.000 millones de dólares, frente a los 26.000 millones iniciales. Visto así, se podría pensar que la OPV ha sido un éxito, pero lo cierto es que no ha sido tal.

Para empezar, tal y como adelantó Hispanidad, la operación ha quedado circunscrita al ámbito local, cuando la intención era que la petrolera cotizara en el mercado internacional, por ejemplo, en la bolsa de Nueva York. No ha podido ser por la desconfianza de los inversores hacia el Gobierno saudí que se ha hecho visible, además, en la valoración final de la petrolera: unos 1,5 billones de euros frente a los 3 billones que pretendía la autoridad competente.

A todo esto hay que añadir el cabreo de los bancos, obligados a dar préstamos a los ciudadanos a interés cero, para que compren acciones que les reportarán dividendos durante cuatro o cinco años.