• Ejemplo: si un homosexual se siente ofendido por un artículo de prensa, al periodista le pueden caer entre 1 y 4 años de cárcel.
  • Sin embargo, a Maestre, que pasó a los hechos -profanó la capilla de la Complutense-, le puede caer, como mucho, 1 año de prisión.
  • Esto refleja que en España estamos juzgando las intenciones, no los hechos.
  • La portavoz del Ayuntamiento de Madrid sigue tildando la profanación de "actuación pacífica", sin arrepentirse ni dimitir.
  • El Centro Jurídico Tomás Moro pide a la sociedad española que medite sobre el peligro que corre en España la libertad religiosa y de conciencia.
Hace unos días, se supo que el próximo 18 de febrero tendrá lugar el juicio contra la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre (en la imagen). Recuerden que está acusada por un presunto delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos, al participar en la profanación de la capilla de la Complutense. Pero saldrá bien parada, pues en España se castiga menos el hecho que la intención. Y para muestra, un botón. Por ejemplo, si un homosexual se siente ofendido por un artículo de prensa, al periodista le pueden caer entre uno y cuatro años de cárcel y una multa de seis a doce meses. Así se recoge en el artículo 510 del Código Penal. Sin embargo, a Maestre, que pasó a los hechos -profanó la capilla de la Complutense el 10 de marzo de 2011- le puede caer, como mucho, un año de prisión. Y es que la portavoz del Ayuntamiento de Madrid está acusada por presuntos delitos de profanación y de ofensa contra los sentimientos religiosos, tipificados en los artículos 524 y 525 del Código Penal. En concreto, el 524 recoge pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses, mientras el 525 conlleva multa de entre ocho y 12 meses. Esto refleja que en España estamos juzgando las intenciones, no los hechos. Según nuestro Código Penal, fomentar, promover o incitar al odio, hostilidad, discriminación o violencia tiene mayores penas que los delitos contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos. Por tanto, Maestre lo tendría más complicado si sólo hubiera incitado a la profanación, pero como pasó a la acción, ganándose el apodo de 'enseñatetas', su castigo será menor. ¡Es indignante! Recuerden que en el escrito de acusación presentado por Alternativa Española (AES), se pide un año de cárcel tanto para Rita Maestre como para Héctor Meleiro, así como la imposición subsidiaria o alternativa de una pena de 12 meses de multa. Mientras, en el de la Fiscalía, se señala que ambos actuaron "guiados por el ánimo de ofender los sentimientos religiosos de los allí presentes y de todo el colectivo católico". La portavoz del consistorio de la capital no crean que se ha amilanado al recibir la notificación para acudir a juicio. El pasado viernes, en las redes sociales emitía un comunicado al respecto, que el Centro Jurídico Tomas Moro (CJTM) ha calificado como un atentado a los más elementales principios de la libertad. Maestre reconoce su participación en la profanación de la capilla de la Complutense, situada en el campus de Somosaguas. Pero el asunto no queda ahí, señala que la profanación fue "una actuación pacífica relacionada con una realidad que consideramos que debía cambiarse". Sin embargo, como bien saben, de pacífica no tuvo nada. Claro que la portavoz del Ayuntamiento de Madrid no es la única que lo ve así: por ejemplo, el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, escribió en su Twitter "Todo mi apoyo a @Rita_Maestre La defensa pacífica de la separación entre Iglesia y Estado que ha realizado, me enorgullece. Ánimo compañera". Parece que más de uno debe mirar en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) el significado de pacífico. También se ve cierta incoherencia en el comunicado de Maestre. Lamenta que algunas personas se sintieran ofendidas por esa actuación concreta y añade que "los sentimientos religiosos merecen el mayor de los respetos, como también lo merecen sus símbolos". Sin embargo, ella no los respetó participando en la citada profanación. Una muestra más de que Maestre sigue en sus trece: ni pide perdón a los católicos, ni se arrepiente y ni dimite. Claro que el CJTM advierte que los Estatutos de Podemos, partido del que Ahora Madrid es una de sus múltiples marcas blancas, ven una infracción muy grave atentar contra cualquiera de los derechos contemplados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Recuerden que ésta, en su artículo 18, recoge el derecho a la libertad religiosa, al cual Maestre no dudó en atacar. Y al hilo de este tema, el Centro Jurídico Tomás Moro pide a la sociedad española que medite sobre el peligro que actualmente está corriendo en España la libertad religiosa y de conciencia. Cristina Martín cristina@hispanidad.com