Fundación Madrina atiende a miles de personas diariamente, desde hace 20 años, de hecho ha pasado de atender a 400 familias al mes antes de la pandemia, hoy la Fundación ayuda a 4.000 familias al día. Antes de la pandemia se repartía una media de 30 toneladas de alimentos al trimestre, y hoy la cifra ha aumentado a 20 toneladas al día. La Fundación ha multiplicado su actividad social por 300 desde la pandemia y con la ayuda de 1.500 voluntarios que han repartido durante este año más miles de toneladas de alimentos, higiene y enseres de bebe.

De esas miles de personas que atiende al día la fundación, según sus propios datos, el 98 por ciento de las familias, de la nueva pobreza, que perdieron sus trabajos y sus medios de vida, no reciben el Ingreso Mínimo Vital (IMV) -la misma ayuda para los más vulnerables que prometía Pablo Iglesias una y otra vez-, ni ningún otro subsidio que les permita salir adelante en un tiempo tan difícil.  De modo que se han convertido en víctimas de impagos de alquileres y de otras necesidades básicas. Y esto está llevando cada día a convertir las “colas del hambre” en “colas de familias sin techo”, viéndose obligadas a pernoctar en los parques, incluso con niños pequeños. Algunos utilizan viejos coches o furgonetas como viviendas en lugares como la Casa de Campo.

Según la fundación, actualmente en España está creciendo de manera alarmante la pobreza “materno infantil” con niños que crecen sin la alimentación y sanidad adecuada. Un 25% de la población está ya en riesgo de pobreza extrema.

La Fundación Madrina denuncia que cada vez hay una mayor desconexión real entre la realidad social de miseria y privaciones que sufren las familias en riesgo de pobreza extrema y la realidad política: "Desde Fundación Madrina nos parece un escándalo que solamente en campaña se acuerden y se utilicen para un “rédito político” las familias con niños en una miseria que han provocado los mismos políticos que ahora los usan". Y les recuerdan que Fundación Madrina hace campaña por los más pobres todos los días desde hace más de 20 años, y por ello no recibe ayudas oficiales.

Asimismo, la Fundación denuncia el sectarismo del Gobierno que al inicio de la Pandemia ha dificultado, prohibido y multado la entrega de alimentos a familias pobres y afectadas por el confinamiento, algunas de ellas incluso han sido multadas con 600€ por la propia Policíalo que demuestra que “nuestros políticos” no sabían la tragedia de lo que estaba pasando. Sólo permitieron actuar a entidades de violencia de género, y tan sólo el arrojo de los 1500 voluntarios de la Fundación Madrina en colaboración con empresas solidarias y Ayuntamiento de Madrid, pudo conseguir alimentar a todas las familias vulnerables a través de los servicios sociales abiertos para Fundación Madrina.