No es una leyenda urbana, ni un rumor. La historia es tan real como la vida misma y ha sucedido en Pamplona, comunidad foral de Navarra. En octubre de 2017, un ciudadano invirtió 32 euros en una criptomoneda, en la brocker-web yobit.net, que maneja múltiples monedas virtuales, algunas más conocidas que otras. El negocio de yobit, al parecer, iba de cine. Tanto, que el brocker decidió crear Liza, su propia criptomoneda, que nuestro protagonista decidió comprar por valor de 32 euros. Era la tarde del dos de octubre de 2018. Cuatro meses después, el 11 de enero pasado, la cotización de Liza se había disparado y los 32 euros se habían convertido en algo más de 322.000 millones de euros.

La euforia por el éxito especulador pronto se tornó en pesadilla. El nuevo multimillonario -virtual, eso sí- intentó vender sus 'lizas', pero no recibió respuesta alguna de yobit.net, ni por teléfono ni por email, los únicos datos de contacto disponibles en la brocker-web. Nadie quería hacerse responsable de su botín. Pero, lejos de tirar la toalla -había invertido solo 32 euros- denunció los hechos ante la policía nacional. El agente que recogió la demanda penal no salía de su asombro: “Repita, repita”, decía mientras apuntaba la cantidad reclamada. Comenzaron entonces las indagaciones: la web está localizada en Moscú (Rusia), pero su IP está en San Francisco (EEUU). Todo muy a mano. Al parecer, la web ya fue investigada en Rusia y se sospecha que su responsable es Pavel Krymov, que fue detenido en aquel país. 

Se sospecha que el responsable de yobit.net es Pavel Krymov, que fue detenido en Rusia

"Es un asunto de derecho internacional complejo. Asuntos como este aparecen cada vez con más frecuencia. Queremos que nuestro cliente cobre los 322.000 millones de euros, es difícil, pero no por eso deja de ser una estafa y vamos a llegar hasta el final", ha afirmado Ignacio Ferrer-Bonsoms, abogado de Ferrer-Bonsoms & Sanjurjo, despacho especializado en derecho internacional que lleva el caso. "Aunque sólo sirva para descubrir a los responsables de la estafa, habrá merecido la pena y habremos colaborado para que esto no le suceda a más gente", ha señalado.

Esto es lo que ocurre con las monedas virtuales: no tienen respaldo alguno. Y esa es la característica principal de cualquier moneda de curso legal: estar respaldadas por el banco central correspondiente. El tema es muy serio. Tanto es así, que, en la Edad Media, al que emitía monedas falsas se le cortaba la cabeza.

Las monedas virtuales no tienen respaldo alguno

En este caso, el único respaldo de Liza lo proporciona yobit.net, una web de Rusia que utiliza un servidor de EEUU. Y ojo, porque a pesar de todo, el auge de las criptomonedas no ha hecho más que comenzar y su avance es imparable. El bitcoin es buena prueba de ello. Pero, ¿quién está detrás, quién responde de ella? Me dirán que ya se puede pagar en bitcoins en muchos establecimientos, y es verdad, pero no por eso deja de ser una moneda virtual con todos los riesgos que conlleva. Si el dólar o el euro han sufrido tanto durante la última crisis y la Fed y el BCE se rompen la cabeza con su política monetaria, ¿qué no puede sucederle a una criptomoneda o, peor aún, a los que tienen criptomonedas cuando entren en crisis? Están avisados.