El Gobierno Sánchez parece empeñado en hacer buenas las memes que corren por Internet sobre la capacidad de que exista vida inteligente en Moncloa.

Vida inteligente en Moncloa

Superado por el coronavirus, el Gobierno frentepopulista libra una batalla que no es la suya: no se le pide que cure a los infectados, sólo se le pedía que diera a los médicos los medios necesarios para ello y a los investigadores los medios necesarios para conseguir tratamientos y vacunas. Y, de paso, se le pedía que redujera cargas, también fiscales, a los empresarios para que pudieran salir de la crisis económica cuanto antes.

Pues bien, en lo primero ha confundido el éxito en el confinamiento con el éxito contra el Covid-19. En lo segundo, el neocomunista (neocon) Pablo Iglesias ha impuesto su tesis y lo que podía ser una crisis en forma de ‘V’ acabará por ser una recesión en forma de ‘L’. 

Y así, hoy miércoles, decimoséptimo día de arresto domiciliario, el coordinador de la lucha contra el coronavirus, titular de Sanidad, Salvadro Illa, ha salido a escena… una vez más. El ministro Illa concluye que el confinamiento es un éxito… el día en que España supera los 100.000 infectados y los 9.000 muertos. Verá ministro: el éxito consistía en vencer al virus, no en que el Gobierno tenga éxito con el confinamiento. Como la reclusión es forzosa, lo lógico es que tenga éxito. La busilis consiste en saber si el confinamiento logra acabar con el coronavirus. Y no parece que lo esté consiguiendo.

Mientras, el vituperado Miguel Ángel Oliver propone un sofisma para dividir a los periodistas

Mientras, el vituperado, por las ruedas de prensa, secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, propone un sofisma para dividir a los periodistas. Recuerden, unos 100 periodistas pusieron en solfa las ruedas de prensa telemáticas por él coordinadas. Se le criticaba que al ser transmitidas por WhastApp, esas preguntas se prestan a la censura en la selección y a la manipulación en la formulación, dado que eran formuladas por Oliver y no por el autor de las mismas.

Entonces, en un giro copernicano, un pelín sofístico, don Miguel Ángel lanza el siguiente reto: que sean entidades profesionales quienes dictaminen qué medios y qué profesionales participan.

Pero esa no era la queja, señor Oliver. No se trata de que usted traslade la responsabilidad a la Asociación de la Prensa. No son los organismos profesionales quienes convocan a la prensa sino el Gobierno.

Ni tampoco molesta que sean muchos los medios convocados, todo lo contrario, salvo a los grandes grupos multimedia, naturalmente. Lo que pretenden los periodistas es que la pegunta se haga directamente, por vía telemática, pero directamente.

Como son muchos los medios que pretenden participar, la selección de los que preguntan no puede corresponderte sino a ti, Miguel Ángel… pero debe ser el periodista quien la formule.

Pero eso sí, nada más lanzar su mensaje, un medio sanitario alegó que ellos querían estar en esas ruedas de prensa para pocos, o sea, para los elegidos. El sofisma le ha salido bien al secretario de Estado: ha conseguido dividir a la prensa.

El sectarismo no abandona al ministro Alberto Garzón quien, para luchar contra el coronavirus, habla de “cuidados colectivos” contra el virus

Mientras tanto, el sectarismo tampoco abandona a ningún ministro de Pedro Sánchez. Tampoco a Alberto Garzón quien, para luchar contra el coronavirus, habla de “cuidados colectivos”. Sí, en serio: si los cuidados son colectivos, públicos, estatales y, a ser posible, progresistas, todos los enfermos del coronavirus se curarán.

Es verdad: la NASA debe investigar si hay vida inteligente en Moncloa. Y yo investigaría, si además de inteligencia hay corazón, es decir, si hay vida. Porque la inteligencia es cuestión menor cuando falta corazón. O sea, cuando sobre sectarismo, y hay un sectarismo que no cede ni ante la pandemia, como hay ministros de Consumo a los que la pedantería les convierte en superdotados. Y así, es capaz de percibir que, si no hay competiciones deportivas, descienden las apuestas vinculadas a estos eventos. Es un ministro de altas capacidades.