Todavía es pronto para conocer la evolución de Microsoft en España, pero el hecho de que la compañía dejara de facturar desde Irlanda -abril 2018-, es un buen comienzo. También lo es, naturalmente, porque significa que pagará impuestos por las actividades que desarrolle en nuestro país y que en su último ejercicio fiscal, cerrado en junio de 2019, alcanzaron los 7 millones de euros.

Los ingresos de la compañía fueron de 380 millones, un 75% más que en 2018, año en el que comenzó a facturar (mes de abril) desde nuestro país. En esos ingresos están incluidos los nuevos contratos de venta de hardware, suscripciones tanto a distribuidores como a clientes finales, y licencias de software.

Las cuentas depositadas en el Registro Mercantil incluyen 114 millones de euros procedentes de las comisiones devengadas por los servicios prestados a la empresa irlandesa. En esta línea, las cuentas recogen un ingreso de 4,7 millones correspondientes al contrato de comisionista con Microsoft Corporation para servicios en I+D. En total, la facturación por comisiones devengadas ascendió a 118,7 millones. En año anterior la cifra alcanzó los 140 millones. Además de estas partidas, la filial española que preside Pilar López registró un aumento del 16% en los ingresos de consultoría, hasta alcanzar los 58,9 millones de euros.

Microsoft Ibérica cuenta con una plantilla de 702 trabajadores después de ampliarla un 3%.