La semana pasada escribía sobre las cuentas presentadas por la aseguradora Catalana de Occidente y ya veíamos cómo la incidencia del Covid-19 se empezaba a notar, a pesar de que apenas se recogían una quincena de días desde el inicio de las medidas excepcionales motivadas por la crisis sanitaria y por su incidencia mundial, también económica. Catalana empezaba a sufrir por algunos ramos concretos de seguros, de créditos y salud. Mapfre, desde hace tiempo, sufre por las catástrofes naturales en el mundo y, evidentemente, también por la pandemia. Desde hace ya algún ejercicio, a la compañía de Antonio Huertas le crecen los enanos de las catástrofes. Cosas de la globalización.

Vamos a por lo serio. La aseguradora ha tenido a bien adelantarnos unas pinceladas sobre lo que van a ser las cuentas que aprueben en su consejo de administración del próximo 18 de mayo, eso sí, con la advertencia de que son provisionales, lo que en situaciones de excepción me pone un poco en guardia, pues da la impresión de que puede pasar algo que las altere de forma tan sustancial que les obligue a reformular.

De momento, el resultado del primer trimestre de Mapfre ha sido bastante flojito: 127millones de euros (M€) de resultado atribuido, que significa un 32% menos que en el mismo periodo de 2019, que fue de 188,1M€. Para seguir con la norma de la casa, han sido dos catástrofes naturales las que han marcado este descenso, 54M€ por un terremoto en Puerto Rico a principios de ejercicio y 14M€ por el efecto de la tormenta Gloria en nuestro país. Además, si se añade un motivo ya excesivamente recurrente en los últimos tiempos como es los tipos de cambio de las monedas en países “emergentes” por 6M€ más, resulta que el supuesto resultado hubiese sido de más de 190M€, esto es, un 3% más que en 2019. Los lectores que me siguen con su amable lectura ya saben lo que opino de estas excusas financieras. El negocio es lo que es con todas sus consecuencias y resulta pueril que una aseguradora pueda excusar su resultado con la existencia de siniestros o, si internacionalizas tu actividad, quejarte de los tipos de cambio.

Las primas se han reducido un 4,5% hasta los 6.097M€ (en 2019 fueron 6.398M) y los ingresos alcanzaron los 7.633M€ (en el pasado ejercicio ascendieron a 7.675M€).

Por áreas geográficas, en la unidad de seguros, que registra un beneficio atribuido de 197M€ (+10%), los puntos más relevantes son:

Área Iberia: primas hasta 2.415M€ (-4,4%) y beneficio de 103M€ (-13,7%). El negocio en Portugal salva el resultado del área, pues el negocio en España pierde un 6,8% en primas. El ratio combinado es del 96,5% (+3,9 puntos).

Brasil: 838M€ en primas (-13,3%) y beneficio de 29M€ (+18%). Es un resultado marcado por la depreciación del real en un 16,3%. El ratio combinado es excelente y sube hasta el 95%.

Latam Norte: crecimiento del 20% en primas, beneficio de 23M€ y ratio combinado del 90,9%. Latam Sur desciende un 6,7% en primas y crece un 24,4% en beneficio.

Norteamérica: debido a una plusvalía de 14M€ por la venta de un activo, registra un 79% de aumento en resultados (24M€).

Eurasia recoge un beneficio de 7M€ y reaseguros, con un descenso en primas del 18%, muestra un resultado negativo de 22M€.

Resaltar una muestra del impacto del COVID19 en la unidad de Asistencia por las coberturas de seguros de viajes y que recoge un resultado de -12M€.

La compañía indica que la situación de la liquidez se mantiene sólida, con activos líquidos por más de 2.700M€, más un 5% de sus inversiones completamente líquidas y suficientes disponibles en líneas de crédito y financieras, así como financiaciones bancarias preconcedidas suficientes para garantizar cualquier eventualidad. Sus inversiones, que ascienden a 50.253M€, se distribuyen en un 56% en deuda soberana, un 18% en renta fija corporativa y 4% en renta variable.

Los efectos del Covid-19 han sido inmediatos en los ramos de salud, decesos y vida. En el corto plazo tendrán repercusión en autos y en seguros generales y, a largo, supondrán un descenso de primas, aún por cuantificar.

También se han resentido por la situación económica los valores de los activos del grupo, gestionados con una bajada del 6,9% y que también afecta a los fondos propios, que se sitúan en 7.860M€, un 11,2% menos que en diciembre de 2019, y que reducen el ratio de solvencia II del 195% al 187%.

La decisión sobre el reparto de dividendo a cuenta se aplaza hasta el segundo semestre del año, momento en el que se podrá evaluar de forma más certera la situación económica.