José Ignacio Goirigolzarri fichó por el Banco de Bilbao en 1977. Quince años después (1992) fue nombrado director general de BBV y en 2001 pasó a ser consejero delegado de BBVA, hasta el año 2009. En total, 32 años en el banco azul, los ocho últimos como número dos de Francisco González. El ahora presidente de Bankia ha reconocido este lunes el “extraordinario cariño” que le tiene a la entidad vasca y se ha mostrado esquivo a la hora de responder a las cuestiones sobre el escándalo de las escuchas del BBVA.

“Ni José Sevilla, consejero delegado, ni yo supimos nada ni participamos en esos hechos en el caso de que hayan existido”, ha señalado durante la rueda de prensa de presentación de los resultados de 2018. Goiri ha descarado, precisamente, emprender acciones legales contra la entidad con la información que tiene actualmente.

“No hay operaciones encima de la mesa ni sobrevolando la misma”, ha afirmado Goiri

El presidente de Bankia ni siquiera ha querido valorar la figura de FG después de que el jueves pasado, María Dolores Dancausa (CEO de Bankinter) le calificara como “banquero modélico”. “FG fue mi jefe durante ocho años, pero no hago comentarios sobre personas, ni ahora ni nunca”, ha zanjado.

Lo único que sí ha admitido Goiri es que el escándalo BBVA-Villarejo “no es bueno para la reputación del sector”. 

El mismo desconocimiento ha mostrado acerca de privatizar Bankia a través de una fusión con alguno de los grandes bancos, una opción que maneja la ministra de Economía, Nadia Calviño y que adelantó Hispanidad. “No hay operaciones encima de la mesa ni sobrevolando la misma”, ha afirmado Goiri, que ha resaltado que el Plan Estratégico de la entidad hasta 2020 contempla mantener la independencia de Bankia.

En cualquier caso, ha recordado lo que dijo hace un año: Bankia sería un buen activo y tendría lógica industrial para BBVA, Caixabank y Sabadell.