Rapero es aquel que no sabe componer una canción pero quiere ser cantante. ¿La prueba? A ver quién es el guapo que aguanta más allá de unos minutos los berridos de Hasél.

Hasél, además, es un energúmeno, mayormente, autor de lindezas como las que resumíamos días atrás.

Isabel Díaz Ayuso explicaba así las manifestaciones por el rapero Hasél en Madrid: “grupo de niñatos que se manifiestan a favor de un delincuente que tiene menos arte que cualquiera de nosotros cuando nos tomamos una cerveza en un karaoké”. La presidenta madrileña ha vuelto a marcar la diferencia.

En el entretanto, el vicepresidente Pablo Iglesias pide mordaza para la prensa y avala los disturbios, claro que lo hacía horas antes de que el vandalismo Hasél se desmandara en Madrid y Barcelona. Pablo  Echenique lo hizo después y con la mala leche a la que nos tiene acostumbrados.

En cualquier caso, es el doble papel de Podemos, esta en el Gobierno pero calienta la calle contra el Gobierno. ¿Cómo explicar esta dualidad? Pues como aseguran en la propia formación, al menos los iniciados, el objetivo es, simplemente, el poder, por la vía de la revolucion comunista. Mientras eso no sea posible, Podemos juega a demócrata de pro.

Al PSOE le va bien el vandalismo Hasél de Podemos. Ahora bien, olvida que Iglesias no quiere llegar al poder por las urnas… salvo que resulte estrictamente necesario

Digo iniciados porque existen dos Podemos, los que conocen los verdaderos fines de la formación y los que simplemente se han creído las monsergas de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. Por decirlo de algún modo: Echenique estaría en el primer grupo e Irene Montero, sí, la pareja del líder, en el segundo.

Para entendernos, con el energúmeno Hasél por bandera, lo que prepara Pablo iglesias es una revolución violenta… desde el Gobierno. Otro camino es conseguir la III República, con un Pedro Sánchez que se ha convertido en un inoperante bobalicón, igualito que Niceto Alcalá-Zamora, mientras Iglesias ocupa el puesto de Manuel Azaña o de Indalecio Prieto o Largo Caballero.  

Díaz Ayuso vuelve a marcar la diferencia. Y Sánchez utiliza a Carmen Calvo para pararle los pies a Iglesias... pero sin pasarse

Por eso se apunta al vandalismo Hasél y hay idiotas, muchos, todos los desesperados de la existencia, que consideran que saquear comercios y lanzar adoquines a la policía en nombre de la justicia es libertad de expresión. Y es que en Podemos han llegado a la convicción de que, por otra vía, nunca alcanzarán el poder.

Hay dos Podemos, el de los incendiarios y el de los que simplemente cobran su sueldo. Echenique figura entre los primeros. La lenguaraz Irene Montero, entre los segundos

Y Pedro Sánchez que es quien puede detener esta espiral, está creando una generación de vagos violentos, ¿va a mover un dedo por evitarlo? De ningún modo. Seguirá cogobernando con los comunistas. Sobre todo, es que ha conocido la última encuesta del CIS. Y como dicen en Moncloa: puede que no creamos a Tezanos pero sí las tendencias. O sea, que al PSOE le va bien el vandalismo Hasél de Podemos. Ahora bien, olvida que Iglesias no quiere llegar al poder por las urnas salvo que resulte estrictamente necesario.