Religión en Libertad nos cuenta la historia de Millie Fontana. Una mujer criada por dos lesbianas que nunca conoció a su padre. No se la pierdan.

A los católicos: la Iglesia exige tratar con respeto a los homosexuales al tiempo que considera los actos homosexuales como contrarios a la ley natural

Lo que nos lleva, otra vez, a recordar que el mundo gay es poco gaycomo recordaba el exgay Richard Cohen.

Y es que, de vez en cuando, hay que analizar los fenómenos, no por sus causas, sino por sus consecuencias y aplicar el imperativo categórico del señor Kant (una cosa muy poco cristiana, por cierto): ¿qué consecuencia produce? El colectivo LGTBI no creo que produzca mucha felicidad.

Hablando de coherencia: Almeida ha vuelto a colgar la bandera arcoíris en el balcón del Ayuntamiento

A los católicos hay que exigirles que actúen conforme a la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad. Los puntos 2357-59 del catecismo, pocas líneas, lo resumen así:

2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.

2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.

2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.

Es decir, respeto, comprensión y delicadeza hacia los homosexuales al tiempo que los actos homosexuales no pueden recibir aprobación en ningún caso porque son contrarios a la ley natural.

Y a todos, hay que exigirles coherencia. Por ejemplo, al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, del Partido Popular, quien ha vuelto a colgar la bandera arco iris en el Ayuntamiento.