Siemens no ha escapado al coronavirus a pesar de su tamaño, pues ha ganado 4.030 millones de euros en su último ejercicio fiscal (octubre 2019-septiembre 2020), lo que supone un 22,1% menos que en el anterior. Eso sí, la cotización ha caído más de un 3% (-3,23%): el mercado no ha premiado los números ni tampoco se ha creído las declaraciones del presidente y CEO, Joe Kaeser, que ha defendido que la pandemia “no tendrá un impacto duradero en la economía mundial” y espera “un retorno bastante sólido” del crecimiento del PIB mundial.

El gigante industrial alemán ha reducido su cifra de negocio un 2,3%, hasta 57.139 millones, y los pedidos un 7,3%, a 59.977 millones. Por negocios, el mayor desplome de ingresos se lo ha anotado el digital, que ha caído un 7%, hasta 14.997 millones; le sigue infraestructuras inteligentes, con 10.418 millones (-2%); mientras que el de tecnología médica se ha mantenido, con 14.460 millones; y el de movilidad ha mejorado un 2%, a 9.052 millones.

Siemens ha logrado ganar sólo un 22% menos en su último ejercicio gracias al buen desempeño de su cuarto trimestre, pues en sus nueve primeros meses su beneficio se derrumbó un 41%. En concreto, entre julio y septiembre, ha ganado 1.758 millones (+33%), a pesar de que los ingresos bajaron un 6,5%, hasta 15.312 millones. “Nuestro desempeño industrial y de ganancias en el trimestre aumentó de forma interanual”, ha presumido Kaeser. Además, tras la escisión de Energy (insistió en el ‘esquema Villalonga’ y su división de energía salió a bolsa el pasado 28 de septiembre) y la venta de Flender -filial de sistemas mecánicos y eléctricos- al fondo Carlyle (segundo accionista de Cepsa, donde ha optado por el troceo), “Siemens está muy bien posicionado para liderar la transformación industrial en el futuro”, ha subrayado, y espera que en el año fiscal 2021 “el beneficio neto aumentará moderadamente respecto del año fiscal 2020, a pesar de unos fuertes vientos en contra por el tipo de cambio”.