A Mubadala, fondo soberano de Abu Dabi, no le ha quedado otra que suspender la salida a bolsa de Cepsa, prevista para dentro de tres días, para evitar un descalabro mayor por la ausencia de compradores. Había llegado a esa opción a regañadientes, valorando la compañía al mismo precio que pagó a la francesa Total hace siete años, entre 7.010 y 8.081 millones de euros, pero no había logrado cubrir la demanda de títulos para colocar el 25% entre inversores institucionales.

En el hecho relevante a la CNMV (en el documento adjunto), sin embargo, justifica la decisión por la incertidumbre en los mercados internacionales de capitales por los acontecimientos económicos internacionales (el Brexit o la guerra comercial) más recientes, al tiempo que manifiesta “su vocación de continuidad como inversor a largo plazo en Cepsa”, que intenta vender desde hace meses con Pedro Miró (en la imagen), consejero delegado.

El «apetito de los inversores internacionales se ha retraído» significativamente, reconoce

Se trata, en suma, de un fracaso más del único accionista, que acumula un recorrido de 30 años en España, desde que tomó el 10% de Cepsa en 1988), elevó al 47% hasta 2011, año en el que Total aceptó vender su parte (48,8%). El paso posterior fue la exclusión del valor de bolsa.

La valoración de Cepsa, en cualquier caso, tenía el propósito de colocarla -estaba muy debajo de los entre 9.000 y 14.000 millones barajados inicialmente-, pero requiere compradores, lo que no ha encontrado. Mubadala prefería ganar menos en la OPV, teniendo en cuenta lo que hay que vender después, pero, claro, siempre que la salida a bolsa fuera un éxito, pero eso depende de la demanda de títulos.

Mubadala admite que “el apetito de los inversores internacionales se ha retraído de manera significativa”, por lo que pospone la salida a bolsa, aunque refuerza la convicción del valor de Cepsa y la solidez de su plan estratégico 2030. El gaseoducto de Medgaz queda fuera porque lo ha comprado Abu Dabi.