En efecto: “no todos somos iguales”. Carmen Montón repetía con rabia y soberbia que ella era honesta, no como Cristina Cifuentes o Pablo Casado. Y lo curioso es que el motivo por el que ha dimitido es el más mínimo de todas aquellas razones por las que sí debería haber dimitido. Hablamos de la ministra más sectaria de un Gobierno muy sectario, una feminista rabiosa y ultra-abortista.

Otra cosa es que en esta España puritana e hipócrita, Carmen Montón tenía mucha razones para dimitir… y no esta fruslería del máster

Esto es el PSOE: “La ministra está haciendo un extraordinario trabajo y lo va a seguir haciendo”. Lo dijo Sánchez, cuatro horas antes de que dimitiera”.

Con la seriedad que le caracteriza, el presidente ha prometido que no dimitiría a pesar de saber que esta dimisión le viene como anillo al dedo para presionar al presidente del Partido Popular, Pablo Casado.

“No todos somos iguales”, bramaba la ministra dimitida 24 horas antes. Pues ahora Pedro Sánchez intentará que lo sean.

El gobierno del PSOE se convierte en el gobierno de los escándalos. Los más importantes son los que afectan al propio presidente y a su esposa

En cualquier caso, este es el Gobierno de los escándalos. Los más graves son los que afectan al propio presidente y a su esposa Begoña Gómez: utilizar aviones públicos para diversiones privadas u otorgarle un puestazo a su señora en una institución que está adquiriendo inmuebles de la sociedad estatal SEPI; u ocultar la tesis doctoral en la universidad Camilo José Cela, son ejemplos de hechos mucho más graves que los trabajos de fin de máster.