Bayer cae en bolsa un 12% tras conocerse el veredicto de un jurado estadounidense por el herbicida Roundup, que contiene glifosato, de Monsanto, la multinacional que compró en 2016. Este se suma a uno de los muchos frentes con los que tiene que lidiar el mayor fabricante de abortivos del mundo; un negocio que le ha ocasionado pingües beneficios además de algún que otro dolor de cabeza: son conocidos los casos de las mujeres que utilizaron Essure -uno de sus anticonceptivos femeninos- que les ocasionó graves daños.

Edwin Hardeman, de 70 años, llevó a la empresa a los tribunales alegando que el producto -que utilizó durante 30 años en su jardín- es una de las causas del cáncer que sufre. Así, han dictaminado que el herbicida es un “factor importante” de la enfermedad de Hardeman, una decisión sobre la que la empresa se muestra “decepcionada”.

“A Monsanto no le importa particularmente si su producto causa cáncer o no, prefiriendo manipular a la opinión pública y desacreditar a cualquier persona que plantee inquietudes legítimas” han afirmado los abogados del septuagenario.

Lo que más preocupa es que surjan otros casos de enfermos con características similares

Bayer ha emitido un comunicado en el que afirma que “la compañía no debería ser responsable por el cáncer del señor Hardeman”. Insiste en que su producto no es perjudicial para la salud. Cade destacar que este caso sigue de cerca a otro similar por el que la empresa tuvo que pagar al demandante 78 millones de dólares, cantidad que en un principio ascendía a 289 millones.

Ahora toca esperar a la segunda parte del proceso, en la que se detallará la responsabilidad de la empresa, en caso de que el fallo sea en favor del demandante. Lo que más preocupa es que surjan otros casos de enfermos con características similares. Las cosas se ponen difíciles para la farmacéutica.