Alarma gasística mundial. Los niveles de dióxido de carbono, Metano, óxido Nitroso han alcanzado niveles históricamente elevados. Esto me suena a eso de emergencia climática, urgencia medioambiental, calentamiento mental y global, caos y pánico mundial... Todo junto.

Parece que la concentración de gases de efecto invernadero sigue batiendo nuevos récords superando, en 2018, el crecimiento medio de los últimos diez años, según las últimas mediciones comunicadas este lunes, en Ginebra, por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Y, cuidado, porque los científicos no prevén una inversión de esta tendencia en los próximos años.

El Secretario General de La OMM, Petteri Taalas declaró que «hay que pasar a la acción si se quiere preservar el destino de la humanidad porque las cifras comunicadas por el Boletín de la OMM sobre los Gases de Efecto Invernadero han mostrado que el promedio mundial de dióxido de carbono (CO2) alcanzó 407,8 partes por millón (ppm) en 2018 frente 405,5 ppm en 2017».

Taalas, recordó, que «la última vez que hubo en el planeta una concentración de CO2 comparable fue hace alrededor tres millones de años cuando la temperatura de la tierra era 2° o 3° C más cálida y el nivel del mar era 10 o 20 metros superior al actual». Debe de ser que ya entonces había muchos coches que emitían muchos gases contaminantes.

La verdad, yo no sé si preocuparme demasiado por las predicciones científicas sobre el cambio climático.

Predicción del clima