Pablo Iglesias insiste ahora en subir los impuestos, lo que, según él, representa una nueva política económica y hasta una nueva forma de hacer política. También pretende un nuevo impuesto para la banca, sin reparar en que sería una chuminá. Por el contrario, se olvida de la Tasa Tobin, impuesto sobre la especulación financiera, que ese sí es importante. Asimismo, don Pablo enarbola la bandera del déficit público, porque, como el dinero es de todos, ¿qué más da que no paguemos a nadie? Y, el producto estrella: la III República. ¿O acaso no resulta oneroso el Toisón de Oro? Demagogia, ignorancia y mala uva. Este chico tiene de todo, pero se está quedando sin banderas. Hispanidad redaccion@hispanidad.com