Yo esto no lo entiendo. Después de dedicar su vida a la lucha contra el cambio climático, después de que le hayan robado la niñez por no proteger el planeta, de que haya tenido que aparcar un año su formación académica y de otras muchas experiencias… Greta se ha quedado sin el Nobel de la Paz.

Total, para premiar al primer ministro etíope Abiy Ahmed Ali. ¿Y por qué? Por impulsar el Acuerdo de paz entre la República Democrática Federal de Etiopía y Eritrea, que puso fin a dos décadas de hostilidad y guerra fronteriza entre los dos vecinos Eritrea y Etiopía y fomentar el diálogo en la región. O sea, por parar una más de las guerras que se libran en África… y, por supuesto, entre africanos. Eso lo hace cualquiera. Sin embargo, lo de Greta... 

No sé si lo va a poder superar: se queda sin el Nobel... y sin casi 900.000 euros para financiar su lucha contra el cambio climático. Una injusticia.