El Defensor del Menor (de la Comunidad de Madrid), Javier Urra (en la imagen), se comporta como si fuera el defensor del profesor. Al menos en el presente caso. En otros, simplemente es el defensor de intereses corporativos, como el de los psicólogos. Urra acaba de declarar que no le gustan los Whatsapp de madres de alumnos. Ya saben, esos chat que establecen las madres, y padres, de alumnos para vigilar la educación que reciben sus hijos, intercambiar experiencias, arreglar conflictos entre sus hijos y sí, de vez en cuando, poner en solfa al profesor… a lo que tienen todo el derecho. Y entonces los docentes montan en cólera y Urra asegura que los grupos electrónicos de padres de alumnos no deben constituir el canal de comunicación. Vamos, que los censura. Claro que sí, señor Urra, el canal debe ser unilateral, padre-profe, para que el profe pueda manipular a los padres, de uno en uno y valiéndose de la autoridad que los propios padres le han otorgado. Todo muy profesional y muy anti-niño. Pues mire usted: los chat de padres son estupendos. Puede hablarse de sobreprotección y de padres que maleducan a sus hijos, que yo siempre me fiaré más de la formación que al niño le otorga quien pretende lo mejor para él: sus padres. Son los padres los que educan a sus hijos –o nadie los educará- y el colegio el que colabora en esa educación, no al revés. Por la sencilla razón de que los padres suelen querer más a sus hijos: los profes educan por un sueldo. Y entre la familia y el Estado, nos quedamos con la familia, gracias. Últimamente se oye mucho por ahí que "los profesores siempre tienen razón". Enhorabuena campeón, es el camino hacia la tiranía del Estado. Hispanidad redaccion@hispanidad.com