La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya ha avisado que centrará su nueva etapa en tres ejes: subida del salario mínimo interprofesional, aumentando en la misma medida las cotizaciones sociales, claro está, encarecimiento del despido, cuando ya es el más caro de Europa, y reducción de jornada laboral. 

Ante esta nueva 'Reforma Laboral', la CEOE envió su propuesta de subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 3% para 2024, hasta los 1.112,4 euros al mes por 14 pagas (15.573,6 euros al año) (ojo, brutos, es decir, lo que recibe el empleado no llega a los 1.000 euros), y aplicar otra subida del 3% para 2025, situando la cifra en 1.145,77 euros mensuales por 14 pagas (16.040,78 euros) (ojo, también hablamos de bruto).

Los empresarios justificaban sus propuesta en dos pilares. Por un lado, la subida se situaría por encima del incremento salarial del 2% aplicado a los funcionarios para 2024. Por otro, para "mantener una correlación entre la evolución del SMI y la del resto de salarios que se pactan en el marco de la negociación colectiva".

Pero sindicatos y ministerio ven la propuesta insuficiente, así, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, aseguró que "el salario mínimo tendría que llegar al 60% del salario medio, hasta los 1.200 euros". El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el pasado viernes que el salario medio español se situó en 2022 en los 2.128 euros brutos, según esta cifra el SMI debería alcanzar los 1.277 euros al mes. 

Ante las propuestas, Yolanda Díaz ha convocado a los agentes sociales el próximo jueves, y cree que es "factible" llegar a un acuerdo. Claro está que si no llegan a un acuerdo, Díaz firmará la subida con los sindicatos, y la patronal tragará, como ya pasó con la subida de las pensiones

"La mejor herramienta contra la pobreza laboral, la mejor medida feminista se llama SMI", defendía Díaz esta semana, "Les digo alto y claro que no vamos a permitir que los trabajadores sean víctimas de la pérdida de poder adquisitivo". Cosa que está muy bien, pero la fiesta, una vez más, la paga el empresario.

Y es que sí, claro que hay que subir el SMI, porque con el actual nadie puede formar una familia y además, como dice la señora ministra de Trabajo, el ciudadano no pude asumir sólo la pérdida de poder adquisitivo, pero ¿y qué pasa con el Gobierno?  

Como hemos mencionado, en las subidas hablamos en términos brutos, es decir, a esa cantidad hay que quitarle los impuestos que pagan empleado y empleador, por lo que al trabajador no le llegan ni 1.000. Y más, se trata de un engaño, porque en ningún momento se rebajan las cuotas sociales adjuntas al salario mínimo interprofesional, al contrario, con cada subida del SMI se acarrea una subida de las cotizaciones sociales. 

Si no quieres que los "trabajadores sean víctimas de la pérdida de poder adquisitivo" porque es "la mejor herramienta contra la pobreza laboral" y además lo más "feminista", ¿no sería más lógico que empleados y empleadores, no sólo de salario mínimo sino también de salarios bajos, dejaran de pagar cuotas mínimas? Es decir, que se suba el salario del trabajador, no lo que cobra el Estado. 

Y ya que Yolanda habla de feminismo con esta subida, ¿y el salario maternal cuándo?