Los vecinos que sufren casos de okupación suelen tener una queja común: la violencia. Lo contamos en Hispanidad la pasada semana con casos como el de un vecino de Lavapiés que se quejaba: "Aquí viene la Policía, la policía secreta, hay problemas todos los días y nadie hace nada. Llevamos años con problemas a todas horas". También con el okupa detenido por intentar quemar a su expareja en Mallorca y en Valencia con dos okupas arrestados tras cometer 20 delitos.

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Saben que pueden actuar con total impunidad amparados por la Ley. Y una nueva muestra de ello llega desde Granada, y en este caso la violencia es contra la propia Guardia Civil. 

Un grupo de agentes de la Guardia Civil se personaron en Atarfe para poner fin a los enganches al suministro eléctrico que presuntamente tenían un clan okupa que reside de manera ilegal en varias viviendas. Cuando la Benemérita llegó a la zona no fue bien recibida, al menos dos decenas de personas atacaron sus vehículos con palos y piedras. Según se ha podido conocer, los enganches a la luz estaban siendo utilizados para el suministro de plantaciones de marihuana. 

Esto nos lleva a recordar que hace unos meses, José Bogas, CEO de Endesa, se pronunció sobre los apagones en Andalucía y subrayó que “no es un problema de red”, sino por los cultivos de droga, y que se necesita mano dura, como en otros países.