A UGT se le acumulan los escándalos. Pero sigue sin dimitir nadie
El sindicato Solidaridad ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid la personación como acusación popular contra UGT, sindicato al que denunció el pasado mes de marzo por un presunto delito de estafa, falsedad documental, apropiación indebida y delitos contra la intimidad de los trabajadores.
La causa investiga el entramado de cobros irregulares por parte de UGT-Madrid de fondos procedentes del Fogasa, un organismo adscrito al Ministerio de Trabajo que garantiza indemnizaciones por despidos.
Recordemos que esta trama salpica a la hija de la socialista Carmen López, la diputada conocida por su ataque personal a Isabel Díaz Ayuso por el caso de hermano. Presuntamente la hija de la diputada habría estafado más de 2 millones de euros de Fogasa. La Fiscalía de Madrid presentó el pasado mes de abril una denuncia contra la empleada de UGT (hija de Carmen López) y otras cuatro personas por un delito continuado de estafa y otro de falsedad en documento mercantil. Esta denuncia se suma a otras tres presentadas contra el sindicato por la presunta trama de corrupción que habría desviado dos millones de euros del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA)
Según informaba OKdiario, el representante del Ministerio Público sostiene que la trabajadora de UGT, María del Carmen Tomás López, hija de la diputada socialista en la Asamblea de Madrid Carmen López, desvió 2.099.680 euros procedentes de fondos transferidos del Fogasa para abonar las indemnizaciones de trabajadores despedidos y que fueron a parar a manos de su marido y de tres amigas.
El pasado mes de diciembre, conocíamos que el secretario general de UGT de Madrid, Luis Miguel López Reíllo, presentaba su dimisión, ¿Por qué? Pues porque denunciaba que en UGT se han robado dinero del Fondo de Garantía salarial (FOGASA), dinero público para cubrir indemnizaciones y deudas pendientes con los trabajadores por parte de aquellas empresas en caída libre que no tienen para pagar sus deudas con sus empleados.
A UGT se le acumulan los escándalos. Pero nadie dimite.