Dos años después de la invasión rusa, la guerra de Ucrania ha abandonado las portadas de los medios para convertirse en una sección más y no de aparición diaria. Pero dos años de guerra son muchos y los peligros ulteriores que ha generado no son baladíes.

Aclarémonos: Vladimir Putin es el culpable de la guerra pero Joe Biden y Volodímir Zelenski son los culpables de que no haya ni tan siquiera negociaciones de paz. El único que lo intentó fue el Vaticano pero me temo que el prestigio del Vaticano del Papa Francisco no atraviesa su mejor momento. Con San Juan Pablo II, el Vaticano tumbó al Imperio soviético sin disparar un solo tiro, pero el actual Vaticano no es ni aceptado como árbitro en la contienda entre Rusia y Ucrania. Ojo, ni por Moscú, ni por Kiev o por Washington, ¿Europa? Europa no pinta un pimiento.

Con San Juan Pablo II, el Vaticano tumbó al Imperio soviético sin disparar un solo tiro, pero el actual Vaticano no es ni aceptado como árbitro en la contienda entre Rusia y Ucrania

Lo malo es que por un lado tenemos a un Putin desesperado, porque no ha logrado ni anexionarse a Ucrania. Occidente ha descubierto que es muy cómodo esto de darles armas a los ucranianos y que estos aporten los muertos deteniendo al ejército ruso.

Además, Estados Unidos está regido por un viejo senil y orgulloso, llamado Joe Biden, cuyo principal objetivo consiste en imponer al mundo la salvajada de la ideología de género -ahora la ONU ha dado un paso más hacia el ‘apartheid de género’-, el mayor enemigo actual de la civilización cristiana, que Biden debería defender. A este vacío moral lo único que le preocupa de la guerra de Ucrania es que no perjudique su campaña a la reelección en la Casa Blanca.

Joe Biden, un vacío moral, tiene por objetivo principal de su Presidencia imponer la salvajada de la ideología de género... a un mundo en peligro próximo de guerra global

Y en este caldo de cultivo, cuidado con el concepto de ‘guerra nuclear táctica’: bombas de hasta 50 kilotones instaladas en cohetes que pueden recorrer algunos centenares de kilómetros. Es el modelo con el que Putin podría invadir Europa. No es la guerra nuclear global de misiles intercontinentales pero es guerra nuclear... que puede desencadenar la violencia global.

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En el entretanto, lo más curioso de la guerra de Ucrania es que nadie pide la paz.