Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Turquía, donde, según los grupos observadores de derechos humanos ‘International Christian Concern y Middle East Concern’, los cristianos sufren actualmente represión, persecución y abusos por parte de las autoridades del país, recoge Aciprensa.

Así lo indicaron en un informe publicado el 7 de diciembre titulado ‘Turquía: Desafíos que enfrentan los cristianos. 2016-2020’, en el que muestran cómo sufren represión o abusos en su libertad religiosa, como la negación de su lugar en la historia, la intimidación ante actos de expresión cultural o étnica, y el abuso de poder por parte de las autoridades políticas que los usan como “moneda de cambio”.

“Estos problemas se han hecho cada vez más visibles desde el intento de golpe de 2016 contra el presidente turco, Tayyip Erdoğan, quien respondió acelerando la implementación de la agenda nacionalista islámica, que apela a las secciones religiosa y turca nacionalista de la sociedad, pero aislando cada vez más a las voces democráticas y moderadas”, indica el informe.

Un ejemplo, entre muchos, es el relato de la agresión sufrida por la hija de un pastor en el sur del país: “Mi hija estaba en una clase de estudios sociales y el instructor enseñaba que lo que las cruzadas no lograron lo estaban tratando de hacer los misioneros. ‘Están tratando de obtener nuestra tierra’, dijo ella. Entonces, tres alumnos la golpearon hasta dejarla inconsciente y necesitó ser llevada al hospital. Durante el siguiente año y medio sufrió desmayos”.

Otra forma de represión se da con quienes realizan iniciativas para preservar la historia de los cristianos, como el Genocidio Armenio. Estas personas son acusadas, encarceladas y silenciadas alegando delitos contra el gobierno.

Dos sacerdotes fueron apresados recientemente en Bielorrusia, aunque luego fueron liberados

Nos vamos ahora a Bielorrusia, país que se encuentra en plena ola de represión contra las protestas que critican al régimen de Lukashenko, considerado ‘la última dictadura de Europa’. En ese contexto, dos sacerdotes fueron apresados recientemente, aunque luego fueron liberados, informó Vatican News.

El obispo católico, Yuri Kosobutskiy, denunció: “Vemos que está aumentando la represión contra la Iglesia católica en nuestro país. Nosotros denunciamos toda violencia, estamos en contra de toda mentira y falsedad, de toda forma de represión y de cualquier intento de aterrorizar a la población, estamos en contra de la humillación de la dignidad humana, porque todo hombre es creado a imagen y semejanza de Dios. Oramos especialmente por la concordia, la paz social, la solidaridad y la unidad del pueblo bielorruso. Lamentablemente, algunos consideran que todo esto es una forma de extremismo e incitación al conflicto”, informa Religión en Libertad.

Además, la dictadura bielorrusa bloqueó la entrada al país del arzobispo de Minsk, Tadeusz Kondrusiewicz, muy crítico con la represión policial, según Alfa y Omega.

Según una encuesta oficial de 2017, casi todos los bielorrusos (91%) declaran ser cristianos. Pese a décadas de dictadura comunista, la población que declara no tener religión es de apenas un 8%, y en las regiones fronterizas con Polonia y Ucrania, apenas un 3%. Los cristianos ortodoxos son un 83% de la población y los católicos, un 7%.

Nuestras hijas son secuestradas y convertidas a la fuerza y ​​obligadas a casarse con sus secuestradores

Y terminamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Pakistán. Allí, los cristianos aprovecharon la ‘Jornada Internacional de los Derechos Humanos’ para protestar contra el aumento de la violencia y las violaciones de sus derechos inalienables y los de otras minorías religiosas, informó la Agencia Fides.

“Alentamos a todos los ciudadanos paquistaníes a unirse a nuestro llamamiento a vivir la Jornada Internacional de los Derechos Humanos como un 'Día Negro', especialmente para nuestra comunidad cristiana. Vemos como los derechos fundamentales y libertades son pisoteados todos los días: nuestras hijas son secuestradas y convertidas a la fuerza y ​​obligadas a casarse con sus secuestradores; a menudo incluso los agentes de policía apoyan a los secuestradores porque son musulmanes”, explica a la Agencia Fides, Khalid Shahzad, un conocido activista por los derechos humanos y de las minorías de Lahore.

Khalid Shahzad, que también dirige una organización no gubernamental para niños discapacitados, continúa explicando: “Hemos hecho este llamamiento, después de la reciente recuperación de una cristiana de 12 años, Farah Shaheen, -que había sido secuestrada- y porque queremos ser la voz de todas las demás niñas cristianas e hindúes secuestradas, convertidas a la fuerza al islam y luego obligadas a casarse con sus secuestradores”.

También se dio el caso reciente de Sonia Bibi, una cristiana de 24 años asesinada en Rawlapindi por un hombre musulmán llamado Shehzad, tras rechazar su propuesta de matrimonio. La disparó en la cabeza con un arma de fuego la mañana del 30 de noviembre de 2020 en la ciudad de Rawalpindi, murió a causa de las graves heridas mientras intentaban salvarla en el hospital.

Y el pasado mes de julio en Faisalabad, la mujer cristiana de treinta años Saima Sardar, enfermera, fue asesinada por un musulmán por rechazar la propuesta de matrimonio. En 2018, en la ciudad de Sialkot, Asma Yaqoob, de 25 años, fue quemada viva por negarse a renunciar a su fe y casarse con un musulmán. A menudo, tales asesinatos y violencia quedan impunes.

Urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.