Por primera vez en la democracia, la izquierda se encuentra acorralada por la derecha. Parece que quedan todavía en la recámara los inmutables, aquellos que lo que les pasa es que no pueden soportar a la derecha, o por su historia o por quienes han gobernado hasta ahora, ya sea Aznar por su inflexibilidad política o Rajoy por melifluo. Pero lo que sí está sucediendo es que el Gobierno sociocomunista está provocando una erupción social de todo tipo de condición porque el español medio quiere vivir en paz, sin fachas pero también sin rojos. El voto español es mayoritariamente centrista, de derechas o de izquierdas, pero centrista.

Es decir, que a la España profunda, esa que normalmente asume las crisis con sacrificio, la que se deja apalear fiscalmente y la que está dispuesta a no reñir excepto por su equipo de fútbol, porque le gusta vivir en paz, ve que sus dirigentes solo le dan quebraderos de cabeza. Sí, todo comenzó con el impresentable Zapatero como presidente, dividiendo a las dos Españas, porque necesitaban más tensión, ¿se acuerdan? Esa estrategia funcionó y ha seguido funcionando con Podemos, por un lado y PSOE por otro, que además para alcanzar la más alta tensión, han vuelto a cuartear dividiendo a hombres y mujeres con el feminismo radical más irracional que ha conocido los últimos tiempos.

Quizá este requetecuarteo es lo que ha terminado cansando a gran parte de la sociedad, porque se puede ser como he dicho antes, de derechas o izquierdas pero nunca tonto, y los políticos es lo que hacen, o se creen que hacen, tomarnos por tontos. El sentido común reside en la razón de las personas, al menos en aquellas personas normales, con responsabilidades asumidas como los hijos, un trabajo que mantener y pagar las facturas todos los meses, es decir la mayoría de los españoles, gracias a Dios.

No olvidemos que para Iglesias, Pedro es un ególatra útil con el que imponer sus tesis filocomunistas, como son, principalmente, el control de la comunicación y los secretos de Estado, es decir la información clasificada

Lo que ha rematado todo ha sido este gobierno que es como un rompecabezas construido con piezas que no encajan excepto a martillazos como hicieron Pablo Iglesias y Pedro Sánchez con su acuerdo de gobierno para ambos llegar al poder. Pero no olvidemos que para Iglesias, Pedro es un ególatra útil con el que imponer sus tesis filocomunistas, como son principalmente el control de la comunicación y los secretos de Estado, es decir la información clasificada. Ambas palancas de poder se le han concedido estúpidamente a un tipo que las ordeñará hasta dejar a la vaca seca, porque la propaganda corre por TVE y los medios afines, a los que se les ha regado convenientemente con 15 millones de euros, y el CNI para poder tener documentación para defenderse en caso de que le quieran sacar a él los colores y lo pongan definitivamente morado. ¿De verdad creen en el “juramento” que hizo de lealtad ante el Rey cuando confirmó su cargo de Vicepresidente y a las pocas semanas se permitió insultar al Jefe del Estado y proponer que las injurias a la Corona no sean delito?

Pero no solo es esto. También es la mentira constante; la manipulación de los datos; anteponer sus ideologías al bien común; la falta de honradez y su desprecio a la autocrítica; la ofensa a las decenas de fallecidos; cómo se ha vilipendiado a los sanitarios desde la Administración, descuidando el material básico de prevención y sin gratificaciones de ningún tipo; el uso de los medios de comunicación a su favor; la vuelta de tuerca que han dado a la ley mordaza -que por cierto, tanto criticaban en la oposición- impidiendo la opinión pública o personal con medios extraordinarios y empresas particulares involucradas en los mismos objetivos ideológicos. En definitiva haciendo abuso del poder omnímodo que da el Estado de Alarma a un gobierno, que deja a los ciudadanos totalmente a expensas de lo que diga el gobernante de turno sin posibilidad de réplica.

Y si la crisis sanitaria del COVID-19 es la cara A de una de las peores situaciones que vive nuestra sociedad, prepárense con la cara B que está por llegar, la económica, social y laboral. Un Presidente que como estadista tiene menos luces que un barco pirata y un Vicepresidente dispuesto a regalar dinero a través de una renta mínima con la que empobrecer más a la sociedad. Menos mal que nos queda la ministra Calviño, que parece ser la única que se encara con Iglesias y le dice lo que hay.

Renta básica universal ¿Solución o utopía? (Digital Reasons) Martín Lago de Azqueta. El autor hace una revisión de conceptos explicando lo que es una renta garantizada y sus diversas modalidades: Renta Básica Universal, (distribución de recursos a todas las personas incondicionalmente) y Rentas Condicionadas (distribución de recursos solo a los más pobres cumpliendo determinados requisitos). A continuación hace una reflexión sobre los efectos que pudiera tener la introducción de estos modelos sobre el empleo, sobre la pobreza, sobre el sistema fiscal, y sobre nuestro estilo de vida.

Adiós al semi-comunismo (Última Línea) José María Méndez. Según von Mises y Hayek, los dos más ilustres representantes de la llamada Escuela Austriaca, Keynes estaba completamente equivocado. El dinero creado ex novo por los gobiernos, o el falso ahorro sin esfuerzo previo,  sólo puede crear estancamiento, o stagflation. La actual crisis podría darnos la solución, si no interfiere una Tercera Guerra Mundial.

Los emprendedores ante la crisis sistémica (WL Ediciones) Fran Martínez. En estos momentos de crisis económica y social mundial, es esencial iniciar nuevos proyectos empresariales, profesionales y personales. Sólo la acción emprendedora de visionarios capaces y el anhelo de una autosuperación constante, y no la cultura aniquiladora de los subsidios de desempleo, es lo que nos permitirá salir airosos.