Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de hoy, martes 21 de abril. Tantos días de confinamiento también está afectando a la relación de los ministros entre sí. Dos bandos: Nadia y Marisú por un lado, y Pablo y Yolanda por el otro. Y todos bajo la tutela del gran estadista y ahora amigo de los niños, Pedro Sánchez.

Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Economía, le recuerda al vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, que el ingreso mínimo vital (IMV) debe ser un “instrumento complementario” de los que ya existen en las CCAA… y debe articularse con las rentas básicas que “ya existen en las comunidades autónomas”.

Bajo el liderazgo del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, claro está.

Ojo, aquí Marisú, ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, también conocida como María Jesús Montero, sale para decir que la diferencia entre la Federación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y el Gobierno es que Fedea defiende un IMV vital sólo hasta que termine el coronavirus, mientras el Gobierno dice que esa prestación debe ser permanente, aunque, ojo, no para que la gente se excluya del mercado laboral. O sea, sólo mientras buscan trabajo. El único problema es que nunca lo encuentren o que lo encuentren en la economía sumergida.

Palo a Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, por decir que el turismo y la hostelería no abrirían hasta fin de año: “Pues claro que no doy por perdida la campaña (turística) de verano”, ha enfatizado Calviño. “No tenemos un calendario” prefijado, porque “todo depende de cómo se desarrolle” el coronavirus. ¿Te enteras, Yolanda?

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