Suiza se rinde al Nuevo Orden Mundial
Resuenan de nuevo las palabra del socialista Rodríguez Ibarra: “Busco parejas para los niños, no niños para las parejas”
Suiza votó ayer en referéndum a favor del matrimonio homosexual por una amplía mayoría del 64%. Desde el año 2007, las parejas homosexuales sólo podían acceder a figurar como uniones civiles. Un paso que solían dar unas 700 parejas cada año y que, en algunos aspectos, les daba prácticamente el mismo estatus que los matrimonios convencionales, recoge La Razón.
Pero a partir de ahora los cónyuges homosexuales podrán adoptar de manera conjunta a un niño y también optar a la ciudadanía suiza con mayores facilidades si uno de los miembros de la pareja es extranjero y quiere naturalizarse en el país. Además, también se permitirá a los matrimonios formados por lesbianas la inseminación artificial a través de un donante de esperma.
De esta forma, el país transalpino se convierte en el 29º Estado del mundo, según contabiliza la organización no gubernamental Amnistía Internacional, en aceptar este tipo de uniones y equipararlas a los matrimonios heterosexuales. El primer país en legalizar el matrimonio homosexual fue Holanda hace 20 años, lista a la que se han unido los grandes países europeos como España, Francia, Alemania, Reino Unido y prácticamente todos los de Europa occidental exceptuando a Italia, Grecia y Liechtenstein que cuentan con figuras legales que reconocen estas uniones con diferentes tipos de protección, recuerda La Razón.
Países como Hungría y Polonia han dictado diferentes leyes que consagran el matrimonio únicamente como una unión entre un hombre y una mujer
Entre los países de Europea Oriental el matrimonio entre cónyuges del mismo sexo sigue siendo infrecuente y en los últimos años países como Hungría y Polonia han dictado diferentes leyes que consagran el matrimonio únicamente como una unión entre un hombre y una mujer, recuerda La Razón.
En cualquier caso, sobre la adopción de niños por parejas homosexuales no está de más recordar las palabras del socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que se mostraba en contra de esa opción y lo argumentaba así: "Ante la duda, hay que ponerse de parte del más débil. Nosotros buscamos parejas para los niños, no niños para las parejas". Y recordaba que no hay "una certeza clara de que eso le venga bien a los niños".
Y es que todo el mundo puede saber con la sola razón que el matrimonio homosexual no respeta la ley natural pues la perpetuación de la especie humana proviene de la complementariedad entre hombre y mujer, lo cual debe ser protegido por el Estado en beneficio del bien común.
Y la adopción de niños por parejas homosexuales tampoco respeta la ley natural, pues todo el mundo puede saber con su sola razón que los niños necesitan la complementariedad de un padre y una madre, de quienes proceden biológicamente de acuerdo con la naturaleza.