Los progres pasan mucha hambre, Donald Trump, no
Mantenerse delgado tiene un precio, sobre todo gastronómico. Y si no, que se lo digan a los progres más influyentes a nivel mundial. Desde Jeff Bezos o Bill Gates a Elon Musk, pasando por Warren Buffet o Ana Botín.
En el caso de Bezos, el fundador de Amazon, ha reconocido en más de una ocasión que evita las reuniones matutinas para tener tiempo de tomar un desayuno saludable y "tranquilo" con su familia. Pero, eso es en la actualidad porque hace tiempo el magnate solía tomarse cada mañana un paquete entero de galletas Pillsbury. “Me despertaba por la mañana. Precalentaba el horno. Metía la bandeja para hornear. Abría las galletas Pillsbury y las colocaba allí... con mantequilla. Y me comía la lata".
Bill Gates elige para empezar el día cereales con chocolate Cocoa Puffs... señor Gates, no parece una opción muy saludable...
Del exCeo de Twitter, Jack Dorsey se dice que cree en dos cosas: la meditación y en pasar hambre. El hasta ahora CEO de Twitter ha reiterado en varias ocasiones que prácticamente no come nada. Solamente hace cinco comidas a la semana,de lunes a viernes, y siempre a la hora de la cena. Durante los fines de semana no prueba bocado, tal y como contó en el podcast Ben Greenfield Fitness: Diet, Fat Loss and Performance. Y para desayunar, se decanta por dos huevos duros con salsa de soja.
Respecto a Elon Musk, -tal como recoge Business Insider- el fundador de Tesla y Space X, tiene por costumbre saltarse la primera comida del día por falta de tiempo. Sin embargo cuando se decide a hacerlo suele optar por una simple barrita de Mars, aunque su objetivo es mejorar su dieta. "Estoy tratando de reducir el consumo de cosas dulces, y debería tomar una tortilla y café", declaró Musk en entrevista con Autobild.
Warren Buffet, a pesar de su edad (91 años), el multimillonario sigue alimentándose como si fuese un niño de 6 años al que no le pusieran límites. Tal y como describió en 2016 su amigo Bill Gates sigue una dieta de helados, refrescos y hamburguesas. Eso para que luego -en su papel de representantes del Nuevo Orden Mundial (NOM)- nos receten lo que se debe comer.
Y así, llegamos a Ana Botín que se levanta a las 7 de la mañana, hace ejercicio y algo de yoga. Después desayuna una mezcla de quinoa, yogur y soja.
Como no podía ser de otra manera, el de la presidenta del Santander es el desayuno más saludable de toda esta lista de nombres influyentes.
Y, en el otro lado de la balanza, Donald Trump: beicon y huevos, cereales o un McMuffin de McDonald's. Y nada de café o té.