Un juzgado investiga a varios funcionarios de prisiones que trabajan en la cárcel de mujeres de Brieva, en Ávila, donde Ana Julia Quezada cumple condena por el asesinato de Gabriel Cruz, 'el pescaíto'. Los trabajadores públicos habrían facilitado un teléfono móvil a la asesina a cambio de mantener relaciones sexuales con ella, y con ello habrían cometido delitos de cohecho y abuso de función pública. Con ese dispositivo y la ayuda de la actual pareja de la presidiaria, también interna del centro, se habrían grabado además relaciones sexuales que comprometen a los funcionarios. Con esos vídeos se habrían llevado a cabo varios chantajes.

Ya hace un año, Patricia Ramírez, madre de Gabriel, denunciaba públicamente en el Senado que en el centro penitenciario de Ávila se producían "una serie de hechos penales de gravedad".

En Espejo Público, Susanna Griso resaltaba que Patricia, madre de Gabriel, es sin duda otra gran víctima del crimen. Y en el transcurso del debate, uno de los colaboradores, Juan Soto Ivars, aprovechaba para exponer otro asunto que Ramírez también ha denunciado, relativa a la violencia vicaria. Así, la madre del niño Gabriel pide proteger a todos los padres con hijos asesinados y no sólo a los de violencia vicaria: "Ninguna madre ni ningún padre se merece que, después de haberles atacado a sus hijos de forma violenta, los que están condenados y cumpliendo penas, salgan y se hagan públicamente más notorios", ha abundado a la hora de reclamar una propuesta legislativa conjunta que evite a todos los padres y madres de hijos asesinados tener que "salir continuamente a defenderse".

La madre del niño Gabriel pide proteger a todos los padres con hijos asesinados y no sólo a los de violencia vicaria: "Ninguna madre ni ningún padre se merece que, después de haberles atacado a sus hijos de forma violenta, los que están condenados y cumpliendo penas, salgan y se hagan públicamente más notorios"

Volviendo a Soto Ivars, el escritor y periodista, señaló que, a parte de puntualizar que la actualidad nos brindaba la oportunidad de analizar el comportamiento de una "perfecta manipuladora", preguntó: "¿Sabéis que el caso de Gabriel no cuenta en las estadísticas, porque no es violencia vicaria?". Ivars explicaba a los presentes en el plató de Espejo Público, Susanna Griso incluida, y al público del programa, que para que sea contabilizado el asesinato de un menor, debe cometerlo un hombre: "Cuando una mujer mata a un niño. no cuenta en las estadísticas".

"El año pasado el poder judicial cuenta nueve casos de violencia vicaria y son 35 los niños asesinados en 2024", añadía el periodista, que en más de una ocasión ha criticado la manera en que el Gobierno trata estos datos, y sentenciaba su alegato con una contundente afirmación: "No importa el niño muerto según quién lo mate, importa el niño muerto, creo yo".

Por otra parte, Patricia Ramírez, ha denunciado amenazas, por parte de la asesina de su hijo: "El 31 de diciembre pongo una denuncia por posibles amenazas de ella hacia mi persona, me archivan la denuncia inicialmente" ha afirma la madre de Gabriel quien reconoce amenazas. "Supuestamente la asesina de mi hijo ha manifestado dentro de prisión que me quiere matar y está muy enfadada conmigo porque le he roto el documental".

 

Se refiere al documental sobre la muerte de su hijo, que pretendían elaborar productoras audiovisuales y que, Ramírez, denunciaba, suponía un intento de hacer negocio con el asesinato del pequeño. 

"Esto no es nada fácil para mi, pero me siento obligada. Primero como ciudadana, porque sigo pensando que es posible una sociedad mejor para todos. Comparezco aquí como madre de Gabriel, porque sigo siendo madre y lo seguiré siendo hasta el último día de mi vida. Por tanto, cada vez que salgan a mancharlo, a deteriorar su imagen o no se cumplan las condenas como se deben cumplir, este agravio me lo están haciendo a mí y saldré a defenderlo".