Patricia Ramírez, la madre de Gabriel Cruz, asesinado en febrero de 2018, por Ana Julia Quezada, condenada a prisión permanente revistable, ha comparecido ante la Comisión de Interior en el Senado para pedir un Pacto de Estado contra "cualquier tipo de violencia grave".

Patricia

La solicitud la presenta la madre del niño de ocho años tras conocer que Ana Julia Quezada, la asesina de su hijo, había intentado participar en un documental con el objetivo de contar su versión de los hechos... y lucrarse con los beneficios del mismo.

Gracias a la mediación de la Guardia Civil, Patricia ha revelado que la dueña de la productora del documental se puso en contacto con ella y le manifestó su voluntad de detener la producción audiovisual.

Durante su intervención, Ramírez ha expresado que este pacto tiene que amparar a cualquier víctima de "violencia grande": agresiones sexuales, pederastia, violaciones, etc. Para ella, este acuerdo se debe constatar en contra de la revictimización de la víctima en cualquiera de sus manifestaciones, ya sea física, verbal o a través de los medios de comunicación.

En Hispanidad ya apuntamos a que a las plataformas les gusta el morbo: Netflix, HBO y Amazon emiten documentales sobre crímenes reales... niños incluidos.

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Conozcamos ahora la respuesta del ministro del Interior sobre la denuncia de Patricia Ramírez. Dice Fernando Grande-Marlaska, uno de nuestros peores ciudadanos, que se deben «conjugar los derechos de internos y víctimas». «Lo que quiero resaltar es la profesionalidad del conjunto de funcionarios de Instituciones Penitenciarias, en concreto en este caso, protegiendo los derechos de los internos conjugados con los derechos de las víctimas, eso es un principio básico y en este caso se ha respetado de una forma absoluta». 

Señor Marlaska, para que podamos entenderlo: ¿cuáles son esos derechos de los internos que, por ejemplo, en el caso de Ana Julia Quezada, asesinan a un niño de ocho años? Y, además, ¿pretenden lucrarse con su muerte?

Aquí, la respuesta de Patricia Ramírez a una de las preguntas que le plantearon en el podcast "Queridas hermanas": El ejercicio que hay que hacer en este sentido es, ¿nos gustaría que algo así pasara si el suceso ha sido con algún familiar nuestro?, ¿nos gustaría que la persona condenada por asesinato pudiera dar una versión en un documental que no cuenta con ningún tipo de consentimiento por parte de la víctima?”.

“Si tú estuvieras arrepentida de lo que hiciste no se te ocurriría en la vida plantear que necesitas dar una nueva versión de los hechos. Arrepentirse es arrepentirse de lo que uno ha hecho. Se llevó la vida de mi hijo, se equivocó, la han condenado por integridad moral, lo único que le queda es arrepentirse de verdad y no lesionarnos más, no hay más. ¿Qué nos puede parecer interesante y morboso de lo que nos quiera decir?, pues igual hasta me la llama a mí, pero no se puede comprar bajo ningún concepto. No se le puede pagar a un asesino para que pague una responsabilidad civil condenado por un delito, no se le puede dar cobertura a este tipo de cosas y más con herramientas ilegales. Porque mañana, si esto sale, la que se va a tener que ir del país soy yo, porque volverán a hacer tertulias mañaneras, la gente volverá a hablar. Nadie ha hecho todavía un documental defendiendo a mi pequeño después de que había una sentencia en el Tribunal Supremo y todos los que lo relatan en otros países relatan que él la atacó con un hacha cuando esto es mentira. ¡Basta ya!”, reclama la madre de Gabriel Cruz.