El Papa Francisco viajó ayer jueves al Reino de Bahréin, su trigesimonoveno viaje apostólico, que durará hasta el domingo 6 de noviembre.

Es el primer pontífice en visitar esta nación del Golfo Pérsico; un destino que, como muchos de sus otros viajes, se enmarca en las llamadas "periferias", con un reducido porcentaje de católicos.

En concreto, de los 1,7 millones de habitantes de Bahréin, tan solo 80.000 son católicos y forman parte del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte -conformado por Bahréin, Kuwait, Arabia Saudí y Qatar-. El Vicariato Apostólico de Arabia del Norte cuenta con unos 2,5 millones de católicos que son en su mayoría trabajadores migrantes de diversas nacionalidades.

La visita a la catedral de Nuestra Señora de Arabia -la más grande del Golfo Pérsico-, el encuentro con jóvenes, la participación en el ‘Foro de Bahréin para el diálogo’ o el encuentro con representantes musulmanes serán algunos de los hitos de este viaje.

La Catedral de Nuestra Señora de Arabia, situada en la ciudad de Awali (Baréin), fue consagrada el 10 de diciembre de 2021 por el Cardenal Luis Antonio Tagle. El interior tiene capacidad para albergar 2.300 personas sentadas y cuenta con una "cápsula del tiempo" con la historia de la Iglesia de Arabia. El rey de Baréin, Hamad Bin Isa bin Saman Al Khalifa, fue uno de los grandes promotores del proyecto y donante del terreno de 9.000 metros cuadrados, recuerda Aciprensa.

El Papa Francisco dirigió el primer discurso de su histórico viaje apostólico al Reino de Bahrein ayer 3 de noviembre: “Estoy aquí como creyente, como cristiano, como hombre y peregrino de paz, porque hoy más que nunca estamos llamados, en todo el mundo, a comprometernos seriamente por la paz... Rechacemos la lógica de las armas e invirtamos la ruta, convirtiendo los enormes gastos militares en inversiones para combatir el hambre, la falta de asistencia sanitaria y de instrucción”.

En particular, el Papa mencionó la guerra en Ucrania y afirmó “desde aquí dirijo a todos mi llamamiento a que se ponga fin la guerra en Ucrania y se den serias negociaciones de paz

Hoy 4 de noviembre, el Papa Francisco instó a líderes mundiales de las religiones a la oración y a sumar esfuerzos concretos a favor de la paz porque “el hombre religioso, el hombre de paz, se opone también a la carrera armamentística, al negocio de la guerra, al mercado de la muerte”. Una vez más, el Papa lanzó un enérgico llamado a la paz y exhortó a los líderes religiosos del mundo a unirse en contra al “negocio de la guerra, al mercado de la muerte”.

“El hombre religioso, el hombre de paz, se opone también a la carrera armamentística, al negocio de la guerra, al mercado de la muerte. No apoya ‘alianzas contra alguien’, sino caminos de encuentro con todos; sin ceder a relativismos o sincretismos de ningún tipo, sigue una sola senda, la de la fraternidad, el diálogo y la paz. Estos son sus sí”, indicó.

En particular, el Papa mencionó la guerra en Ucrania y afirmó “desde aquí dirijo a todos mi llamamiento a que se ponga fin la guerra en Ucrania y se den serias negociaciones de paz”.

Además, el Papa exhortó a asegurar la libertad religiosa por lo que pidió comprometerse “para que la libertad de las criaturas refleje la libertad soberana del Creador, para que los lugares de culto sean protegidos y respetados, siempre y en todas partes, y la oración se promueva y nunca sea obstaculizada”.

“No es suficiente conceder permisos y reconocer la libertad de culto, es necesario alcanzar la verdadera libertad religiosa. Y no solo cada sociedad, sino cada credo está llamado a examinarse sobre esto. Está llamado a preguntarse si obliga desde el exterior o libera interiormente a las criaturas de Dios; si ayuda al hombre a rechazar la rigidez, la cerrazón y la violencia; si hace que aumente en los creyentes la libertad verdadera, que no significa hacer lo que nos dé la gana, sino orientarnos al bien para el que hemos sido creados”, dijo el Santo Padre.

En este sentido, el Papa Francisco recordó que “la oración, la apertura del corazón al Altísimo es fundamental para purificarnos del egoísmo, de la cerrazón y de la autorreferencialidad, de las falsedades y de la injusticia”.