24 años y 31 antecedentes, desde 2024, acumulaba el argelino detenido recientemente por agentes de la Policía Foralpor en Pamplona. En esta ocasión, había robado en tres horas en cuatro establecimientos de Pamplona dos pares de zapatillas y dos gorras, valoradas en 167,93 euros.
Tras su detención les dijo a los policías: "No me va a pasar nada, mañana cuando salga del juzgado voy a seguir robando a las tiendas. España no es un país serio como otros, es un pueblo".
El detenido está en situación irregular. Los cuatro comercios han solicitado una orden de alejamiento.
Noticias como esta confirman la idea en la que hemos venido insistiendo en Hispanidad: nos hemos vuelto tan “garantistas”, uno de los conceptos favoritas del Zapaterismo, heredado por el Sanchismo, que en la España de hoy el verdugo se jacta de sus tropelías mientras la víctima se encuentra ante dos opciones: tomarse la justicia por su mano o callar y tragar.
