Instituto público Iturrama
Según Navarra Confidencial, los alumnos del instituto público Iturrama, coreaban en el interior del centro una canción de Barricada llamada “No hay tregua”, cuyo estribillo termina diciendo “Estas asustado, tu vida va en ello, pero alguien debe tirar de gatillo”. Los simpatizantes de la izquierda abertzale, desde los orígenes de esta canción, han coreado siempre de su cosecha el añadido “ETA, ETA, ETA” como respuesta a ese “alguien debe tirar de gatillo” que se cantaba. Pues bien, esto es exactamente lo que cantaban los alumnos del instituto al sonar dentro del centro la canción.
Depto de Educación del @gob_na. ¿Algo que decir sobre esta vergüenza en un Instituto público? Debe ser la famosa convivencia del @PSNPSOE y @ehbildu pic.twitter.com/f0LpbHT9Ww
— Marta Alvarez (@MartaAlNav) February 9, 2024
Por cierto, para evitar cualquier duda respecto a la autenticidad de la grabación, la diputada de UPN aclara que se trata de una grabación llevada a cabo por ella misma.
Navarra Confidencial explica además que el Instituto de Iturrama, un referente del modelo D para algunos, es sin embargo desde hace décadas un foco de adoctrinamiento nacionalista, politización e incluso exaltación de la violencia. Como en 2008 cuando saltó a los medios el homenaje a dos etarras que llevó a cabo en el patio un grupo de alumnos, con fotos de los terroristas y velas. La etarra Olaia Castresana, fallecida al explotarle su propia bomba mientras intentaba preparar un atentado, fue una de las homenajeadas.
En el año 2013, el escándalo volvió a rodear al Instituto de Iturrama cuando la prensa publicó el contenido un supuesto informe de la Guardia Civil en el que se señalaba como un hecho estadístico que el 20% de los detenidos en Navarra acusados de algún tipo de vinculación con la violencia nacionalista eran alumnos o ex-alumnos de este instituto. Y esto nos recuerda cuando, durante la transición española hacia la democracia el Estado se dedicó a financiar ikastolas con el sano propósito de moderar las pretensiones independentistas de algunos vascos. Consiguió exactamente lo contrario. Las ikastolas se convirtieron en criaderos de batasunos a los que desde los cinco añitos se les había enseñado a cantar, en tan pedagógicos centros, aquello de Perros fuera, viva Euskadi libre, y una historia firmada por el profesor Otegui y compañía.