Glorioso avance del Ministerio de Igualdad. Estudio "Riesgos climáticos con perspectiva de género. Percepción, posicionamiento y adaptación en mujeres y hombres": 13.000 euros. Irene, ¡qué cara nos sales!
Que no se diga que el ministerio de Igualdad no es aplicado: estudios para «adoptar medidas de acción positiva para aumentar el número de maestras/os afrodescendientes en las instituciones educativas», (139.000 euros), estudia de los semáforos para determinar su "impacto discriminatorio de género" y concluir que... las mujeres tardan más en cruzar o, uno de los más recientes, el informe 'Riesgos climáticos desde la perspectiva de género. Percepción, posicionamiento y adaptación en mujeres y hombres' por un importe de 13.000 euros. Así consta en una respuesta escrita del Gobierno a la que ha tenido acceso Europa Press a la pregunta respecto al coste de dicho estudio planteada por el grupo parlamentario Vox, que quería conocer el importe destinado por el presupuesto del Ejecutivo a tal fin.
¿Y cuál es el fin de esta inversión? Pues realizar un "análisis diagnóstico desde el enfoque de género sobre el posicionamiento de mujeres y hombres, impactos, vulnerabilidad, percepción y gestión del riesgo en situación de desastres por consecuencias climáticas y un documento de propuestas y recomendaciones".
El Gobierno detalla en su respuesta que los ejes de actuación del informe son los orientados al desarrollo resiliente al clima y que aportan mayores beneficios a toda la población como, los conducentes a reducir o evitar las emisiones de gases de efecto invernadero; el acceso a las energías y las tecnologías limpias que mejora la salud, especialmente en el caso de las mujeres, los niños y las niñas; la electrificación con bajas emisiones de carbono; los desplazamientos a pie y en bicicleta y en el transporte público, para la mejora de la calidad del aire, la salud y las oportunidades de empleo, a la vez que fomentan la equidad.
Y todo esto nos recuerda a otro estudio, esta vez de la Universidad de Oviedo, y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en el que el Gobierno gastó 60.500 euros y que concluyó, por ejemplo, que "es frecuente que las mujeres sean vistas como simples receptoras de la ayuda masculina -en el caso de desastres naturales-. Este matiz, lejos de ser menor, desempeña un papel sustancial en el sistema de relaciones de género, no solo porque se ignora el papel activo que desempeñan en el rescate, sino que se oculta además su capacidad de organización y resiliencia en contextos de emergencia".