El pistolero está acusado de varias tentativas de homicidio, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas.
Hace unas semanas les contábamos en Hispanidad el caso del apodado 'pistolero de Tarragona': en diciembre de 2021 un vigilante de seguridad tiroteó a tres compañeros de su empresa y a un mosso d’esquadra en la ciudad catalana. Durante el intercambio de disparos, el conocido como 'pistolero de Tarragona' resultó herido con una bala que le causó una lesión medular irreversible.
El pistolero pidió la eutanasia por ser dependiente y por los dolores que sufría a causa de la lesión, y tras un proceso judicial, este martes los médicos del centro penitenciario lo sedarán y procederán a la eutanasia. Varios organismos y jueces han dado la razón al pistolero, algo que las víctimas del tiroteo han recurrido una y otra vez, al considerar que no se tienen en cuenta sus derechos, ya que el pistolero está acusado de varias tentativas de homicidio, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas, delitos por los que tiene un proceso abierto por el que no va a ser juzgado.
Desde Hispanidad hemos denunciado que esto supone un nuevo paso en esta necedad, en la que pesa más un falso derecho de eutanasia inventado hace dos días, que el derecho de resarcimiento de las verdaderas víctimas de todo esto: los que fueron tiroteados y heridos por el 'pistolero de Tarragona'.
Pero la falta de respeto a las víctimas no acaba aquí, los abogados del pistolero solicitaron la libertad de su cliente para que pudiera salir de la cárcel y despedirse de sus familiares, disfrutar de unas horas de libertad antes de ser eutanasiado. La petición llama la atención puesto que la eutanasia se justificaba en que el pistolero tiene un "sufrimiento grave, crónico e imposibilitante", se ve que su lesión y dolor son graves e imposibilantes para estar en la cárcel y ser juzgado, no para salir del centro penitenciario. La solicitud ha sido denegada por el juzgado de instrucción 5 de Tarragona.
La magistrada argumenta que, de llevarlo a otro centro, no tendría vigilancia policial y "cualquier tercero, familiar o amigo, podría acceder fácilmente y facilitarle la fuga". Algo que la magistrada argumenta con el hecho de que el pistolero no se ha mostrado arrepentido en ningún momento por lo que hizo ni ha pedido perdón a las víctimas: "D. M. E. S. no ha manifestado en ningún momento su arrepentimiento por los hechos ni ha pedido perdón a las víctimas, de donde se desprende una escasa voluntad por su parte de asumir responsabilidades por sus actos, al menos en el procedimiento judicial en el cual está inmerso".