En Sokoto (Nigeria) islamistas radicales lapidan a un chaval acusado de blasfemia al grito de 'Alahu akbar' (Alá es grande). Niños pequeños participan en la lapidación. 

Por cierto, Nigeria es un país cristiano con terroristas musulmanes que campan a sus anchas. Mientras, Occidente, que explota allí el petróleo, mira hacia otro lado ante las constantes violaciones de los derechos, sobre todo de los cristianos.

Esto es el islamismo radical.