Una semana permaneció retenida una mujer de 50 años, en un narcopiso del barrio de Juan XXIII, en Alicante.

Según La Gaceta, el operativo se activó cuando una joven contactó con la Policía después de haber visitado el lugar la noche anterior para comprar droga. Según su relato, durante la transacción una mujer le pidió ayuda desesperadamente. A la mañana siguiente, la testigo facilitó la dirección del inmueble, lo que permitió a tres patrullas desplazarse hasta el lugar y localizar en el portal a uno de los individuos que custodiaban la vivienda. 

Al acceder los agentes al piso, encontraron a la víctima en estado crítico, con convulsiones y quemaduras en el torso y las piernas. Inmediatamente fue atendida por los servicios de emergencia. En el interior también se hallaban dos jóvenes que, aunque no participaron directamente en las agresiones, fueron arrestados por detención ilegal. Ambos aseguraron haber actuado bajo amenazas del principal responsable.

Según el testimonio de la mujer, su calvario comenzó el 1 de noviembre, cuando acudió al piso acompañada por una conocida. Poco después de llegar, comenzó a sentirse mal tras consumir marihuana, momento en el que su acompañante desapareció. Cuando intentó marcharse, el agresor la golpeó y la encerró en una habitación con el suelo cubierto de cartones. Allí comenzó una semana de violencia: fue atada con bridas, le cortaron el cabello, le taparon la boca y sufrió quemaduras con un pequeño soplete.

El presunto autor de los abusos y torturas, de origen argelino, ya se encontraba detenido desde la noche anterior por un asunto distinto. Una vez la víctima pudo identificarle, la Policía confirmó su implicación en los hechos y solicitó su ingreso en prisión provisional. El hombre está acusado de agresión sexual, secuestro y lesiones graves.