El lobby LGTBI es defensor de la libertad de sus integrantes en todos los ámbitos de la vida. Entre ellos, por ejemplo, el de la libertad de expresión. Pero lo que quieren para sus miembros, no lo quieren para los demás. Por ejemplo, a la hora de defender esa misma libertad de expresión. 

Ejemplos, hay muchos. El último lo recoge Religión en Libertad, cuando la futbolista universitaria Sophia Lorey daba una charla —dentro del evento ‘Foro sobre el deporte justo y seguro para niñas’— en una biblioteca en Davis (California, EEUU) y se le ocurrió decir que las niñas no podrían tener los mismos sueños que ella tenía a su edad. Al menos, "mientras a los hombres se les permita competir en deportes femeninos”. 

Inmediatamente —publica Washington Examiner— un miembro del personal de la biblioteca le interrumpió y le pidió que abandonase el establecimiento. Ella se negó y continuó su charla. Lorey aseguró que lo que realmente sucedía con la polémica de los deportistas trans era que los "hombres biológicos" estaban compitiendo con "mujeres biológicas”. 

Ella lo cuenta así en Twitter: “Las niñas actuales de 10 años no pueden vivir el mismo sueño [que yo tenía] mientras los hombres puedan competir en deportes femeninos. Así que ahora no importa lo duro que trabajen las niñas…” Y luego la bibliotecaria me interrumpió y me dijo que me quitarían, entonces continué hablando diciendo “chicas biológicas” y “hombres biológicos” para terminar de compartir mi historia. Entonces el bibliotecario me dijo que me vaya y si no me voy cerrará toda la reunión. 

Luego, el bibliotecario me dijo nuevamente que me fuera, así que le dije directamente por qué me pedían que me fuera y me dijo: "Porque estás confundiendo el género, estabas hablando de hombres en deportes femeninos".